Desde el inicio de la pandemia, hubo cerca de 6 millones de contagios y más de 350 mil fallecimientos. Por eso, la ciencia y la industria farmacéutica, acompañadas por los gobierno mundiales, trabajan a contrarreloj para frenar al Coronavirus.
En este camino está el laboratorio Pfizer, que actualmente trabaja en tres líneas. La primera son los antivirales para acortar la duración de la enfermedad y su agresividad; también aparecen los inmunomoduladores, por el daño del virus y la respuesta exagerada del organismo; y la tercera es la vacuna, que permitirá llegar a la nueva normalidad.
Respecto al último punto, el CEO de Pfizer en la Argentina, Nicolás Vaquer, informó de la alianza con una empresa de biotecnología alemana, para acortar los tiempos de desarrollo. En este sentido, señaló las pruebas clínicas sobre 200 personas en Alemania y 360 en Estados Unidos.
«Todavía no tenemos resultados concretos», aseveró en diálogo con FRECUENCIA ZERO. No obstante, aseguró que «si llega a salir todo bien y después los entes regulatorios consideran que la información es suficiente, se podría tener para fin de año una vacuna para uso de emergencia».
Al mismo tiempo, Vaquer hizo hincapié en el suministro, ya que el mundo tienen más de 7 mil millones de personas. Por esa razón, el laboratorio ya está invirtiendo en plantas de producción, hablando con socios estratégicos que pueden ayudar y también ofreció colaboración en caso de que otras compañías descubran la vacuna.
En este aspecto, el especialista consideró bueno la aparición de otras vacunas. Es que serviría para agrandar la producción y sus diferentes perfiles podrían ser mejor par algunas personas.
Según su mirada, «la vacuna es lo que nos va a ayudar a volver a la nueva normalidad». Sólo será una cuestión de tiempo para su arribo: «la ciencia demostró que ya le ganó a epidemias como estas. Es cuestión de tiempo».