El presidente Alberto Fernández realizó los anuncios que retrotraen la cuarentena en el Área Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires a Fase 1.
Sergio de Piero repasó la dificultad de administrar las políticas sanitarias y cómo estas acarrean la dificultad en la administración de los estados de ánimo de la sociedad, de los medios, de los actores económicos y políticos.
Los términos que se plantean para esta nueva versión de la Fase 1 son estrictos, y la expectativa es ver qué grado de acatamiento tendrán. La realidad demuestra que parece no haber alternativas a la luz de las estadísticas, de las curvas de crecimiento y de los porcentajes de ocupación del sistema sanitario.
Los mandatarios dirigieron mensajes y tuvieron lenguajes diferenciados. El recurso de la unidad se mantiene como punta de lanza del discurso, dándole poder de contención y una pretendida mayor autoridad en el momento más álgido de la pandemia.
Sin embargo, cada uno se ha dirigido a su votante, dejando en evidencia la falta de alternativas políticas, aquellas que usaban en lo cotidiano, construidas mediáticamente y argumentadas sobre los intereses particulares de cada fuerza. La pandemia los está encerrando, los está dejando afuera de la manera de hacer política que venían teniendo, esa que los aleja de la gente común.
El precio de la irresponsabilidad, de gobernantes y gobernados, deja a la sociedad al borde del colapso sanitario, aquel por el que se ha trabajo en estos meses para retrasarlo en el tiempo.