Review West of Dead: descendiendo a el Oeste

Upstream Arcade y Raw Fury presentan West of Dead, un western roguelike donde nuestro protagonista descenderá una y otra vez en el camino del purgatorio para recordar porque ha muerto.

West of Dead ya esta disponible para PC y Xbox One. Planea lanzarse en PS4 y Nintendo Switch en Agosto.

Uniendo los hilos y separando almas condenadas

La historia de West of Dead nos pone en la piel de William Mason, un misterioso hombre que ha muerto y ha olvidado porque llego al purgatorio. Cada vez que intenta salir, muere y vuelve al mismo lugar. A medida que avanzamos los recuerdos de Mason vuelven a llenar el vacio de nuestra mente y todo lo lleva a encontrar lo que él cree que es el responsable de su desdicha: El predicador.

El relato es la excusa perfecta para conformar un roguelike clásico que hace al jugador repetir una y otra vez los escenarios (aunque siempre con algunos cambios aleatorios).

¿Una difícil estrategia o una lluvia de balas?

West of Dead tiene muchos puntos en común con Dead Cells de Motion Twin. La muerte y vuelta a la vida es solo la punta de esta comparación que ya se engloba en el género de rogue like. Son más bien los detalles que lo hacen más obvio. Nuestro personaje tiene una bola de fuego en su cabeza similar al personaje de Dead Cells. El mecanismo de frascos para recargar vida es el mismo, los enemigos desprenden “pecados” en vez de “células” para destrabar mejoras que pueden ser armas, dijes que nos dan ventajas pasivas y armas secundarias. El juego tiene dos armas principales y dos secundarias. El balance entre cada una de ellas se apoya en santuarios que encontramos en los escenarios para subir de nivel ya sea nuestra vida, fuerza o velocidad de recarga. Las similitudes son muchas pero ¿en dónde se traza la linea divisoria?.

La acción es el punto fuerte del juego. Acá todo es a distancia y aprovechando las coberturas. Como mencionamos, hay dos armas que pueden ser pistolas, escopetas largas o cortas y otras con efectos como congelación, envenenamiento; etc. Con el mando vamos a tener la sensación de tener dos armas con esta modalidad twin-stick shooter. Pero a pesar de tener balas infinitas, no es lo primordial entrar a los disparos a cada pantalla. Cada arma tiene una cantidad de balas de 1 a 5 y el tiempo de recarga puede ser un poco lento para aquellos que les gusta la velocidad de Dead Cells. En este punto el juego de Upstream Arcade se las juega por la metódica estrategia de disparar en el momento oportuno, esquivar o cubrirnos.

Claro que a veces por más que lo pensemos, nos quedamos recargando en el peor momento y somos blanco fácil para los enemigos que comienzan a multiplicarse o ponerlos las cosas difíciles en los niveles más altos.

Hablando de enemigos están los clásicos maleantes, granjeros, otros que explotan o tiran granadas, otros más lentos que atacan de cerca y fuerte. La variedad es interesante, aunque muchas veces la disposición de los mismos cuando no tenemos un buen arsenal hace imposible salir victoriosos y el daño que hacen es muy elevado.

Las partidas son bastante oscuras y para ocasionar algún daño tendremos que prender unas lamparas que no solo iluminan el lugar, también dejan inconscientes por un pequeño momento al enemigo y nos permite apuntar con mayor precisión. La realidad es que el tema de la oscuridad y la luz le juega a favor y en contra. El juego de luces es interesante para su apartado visual pero al ser escenarios que van rotando y muchas veces tienen una estructura de laberinto, hay zonas donde los enemigos se empiezan a mover en plena oscuridad y tendremos que retroceder hasta tener algo de luz y hacerles daño. Esto le quita un poco de dinámica y progresión a la aventura.

El tema de la cámara es otro punto que a veces nos beneficia o nos perjudica. La acción se ve desde un punto de vista cenital pero a veces nos disparan fuera de cuadro. O en ciertas ocasiones tenemos que subir o bajar una escalera y los movimientos de cámara giran dando un lindo efecto pero que nos marean cuando estamos rodeados.

Cuando llegamos al final de un capítulo vamos destrabando ciertas mejoras que nos permiten avanzar por ciertas partes que antes no podíamos. Sumar recuerdos que avanzan la historia. Cada final tiene un juefe pero también podemos encontrarnos otros subjefes que nos dan armas, pecados y algunas monedas. Las monedas podemos gastarlas con comerciantes. También hay algunas almas errantes que nos darán algunas ventajas a cambio de estar condenados (un golpe y estamos muertos). Volvemos… todo muy similar a Dead Cells.

Entre claros y oscuros

Con la grave voz de Ron Pearlman (Hellboy, Sons of Anarchy) nuestro héroe va relatando la tediosa vida después de la muerte. El largo letargo no da espacio a ningún chiste o sentido del humor. Esta sobriedad del relato le pesa en el ritmo y en la música; que después de un tiempo puede sonar bastante reiterativa.

La estética también nos transporta a Hellboy, pero específicamente al arte de su autor Mike Mignola. El modelo de los enemigos y algunos escenarios refieren y homenajean al dibujante.

Aunque como mencionamos previamente hay mucha oscuridad en el juego, por momentos excesiva. Y solo unos pequeños detalles que diferencian cada nivel, por ejemplo de un zona rural a la del pueblo. Los modelados de las barricadas cumplen su función pero muchas veces cuando son destruidos y vuelven a aparecer; si estamos en el lugar donde lo hace, quedamos atrapados o nuestro personaje desaparece completamente. Pequeños bugs que pueden terminar una partida que nos costo lograr.

Conclusión

West of Dead no descubre la pólvora en los rogue like, aunque tampoco aburre las primeras horas. La acción cenital y el manejo de las coberturas y uso de nuestras armas, lo hace más estratégico y cercano a un combate por turnos que la desenfrenada acción de juegos como Dead Cells. Aunque sin lugar a dudas, toma mucho de este título que conquisto a los amantes del género.

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