El estudio indie Pillow Castle nos presenta un creativo juego de puzles 3D en primera persona en el que deberemos ser los arquitectos de nuestros sueños.
Después de su paso por PC (pueden ver nuestra review aquí: según donde lo mires) llega a Nintendo Switch, Xbox One y PlayStation 4.
Superliminal. Un juego fuera de lo común por su mecánica de resolución de acertijos que se basa en la alteración del tamaño de los objetos de acuerdo a la perspectiva visual que le apliquemos. Con algunas similitudes al viejo y querido Portal, sigue destacándose por la originalidad de los niveles.
Soñando despierto
Sin demasiada explicación despertamos durante la madrugada en una habitación desconocida. Empezamos a deambular y notamos que estamos en una clínica, pero la realidad es muy bizarra. Al poco tiempo comprendemos que estamos circulando sin rumbo en nuestros sueños, y que la base de este trastorno se debe a un tratamiento para el sueño de la empresa SomnaSculpt.
Durante ese vagabundeo onírico las voces de un doctor y una computadora nos irán guiando hasta que en cierto punto nos confiesan que estamos perdidos en nuestro sueño y que no saben cómo sacarnos, entonces seremos responsables de poder salir por nuestros propios medios.
La historia en sí no es demasiado espectacular. Durante el desarrollo carece de profundidad narrativa o algún tipo de emoción o sobresalto particular. Será más un paseo relajante que una aventura.
Relax
El juego es muy simple, al igual que sus controles. Podemos saltar con un botón e interactuar con otro, no necesitamos mucho más para este juego. Sin embargo, la simplicidad de los controles no significa que el juego sea fácil; aunque la mayoría de los acertijos son accesibles más de una vez nos vamos a querer dar la cabeza contra la pared para resolver algún puzle. Si uno es más o menos despierto el juego se puede pasar de primera vez en alrededor de 2 horas.
Muy suave
Los escenarios son bastante atractivos, generalmente estaremos en interiores que se asemejan a hoteles o fábricas. Si bien están hechos estéticamente agradables, hay bastantes detalles que le faltan pulido y después de un rato los niveles se vuelven repetitivos.
El juego de luces y sombras esta realizado con esmero y la perspectiva visual está muy bien lograda (es el alma del juego).
Los efectos de sonido son escasos, simples y sin demasiado vuelo. Ocasionalmente nos acompañará una música funcional agradable y tranquila que nos dará un marco más relajante a nuestra estancia en el nivel.
Conclusión
Un juego que, si bien no es revolucionario, es un digno miembro del género puzle 3D. Con una vista en primera persona y con una mecánica de juego basada en la perspectiva de los objetos nos muestra similitudes con el recordado Portal.
No es demasiado difícil de pasar y lamentablemente es muy corto, pero para los amantes del género es un juego que vale la pena probar.
