Othercide es un videojuego de estrategia por turnos desarrollado por el estudio independiente Lightbulb Crew. Es una experiencia realmente desafiante, donde prevalecen las mecánicas de roguelike.
Othercide ya se encuentra disponible para PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.
Demasiada información para procesar
En pocas y simples palabras, se puede resumir Othercide de la siguiente manera: La Ciudad fue destruida, el Velo se quebrantó. La historia nos ubica en una metrópoli, en el siglo XX. Acompañaremos a Madre, un ser poderoso que se puede asemejar a una diosa, y tomaremos el control de un Ejército de Hijas, quienes serán las encargadas de luchar contra el Otro, una fuerza corrupta destinada a destruir el mundo.
En su inicio se nos brindan múltiples cinemáticas donde nos explican la historia general del juego, qué fue lo que pasó, qué tendremos que hacer y qué pasará si no cumplimos con nuestro objetivo. Tanta información, cuando ni siquiera vimos básicamente nada del juego en sí, termina ocasionando un engrudo que complica la posibilidad de seguirle el hilo a la historia y entender el punto al que nos quiere llevar.
Todas las de perder
El juego se divide en cinco capítulos (eras). Cada uno de ellos consta de siete días. Se debe completar al menos una misión para pasar al siguiente día. Las misiones consisten básicamente en derrotar a un grupo de enemigos variados. En el último día de una era debemos enfrentamos a un jefe. Si perdemos contra él, no nos quedará otra opción que empezar todo desde cero.
Los mapas estarán atestados de diferentes tipos de enemigos. Mientras algunos nos atacarán a distancia otros lo harán cuerpo a cuerpo. Cada uno tiene una mecánica particular, por lo que debemos pensar bien qué Hija y que estrategia utilizar para vencerlo. Podremos estudiar el comportamiento de los enemigos mediante la pestaña de “códice”.
Para derrotar a los enemigos contaremos con la posibilidad de manipular hasta tres Hijas. Existen tres clases de ellas para seleccionar: cuerpo a cuerpo, con un daño casi letal; pistolera, que nos permite el ataque a distancia; y tanque, con un escudo que le da más puntos de salud. En caso de que reciban dañó, la única forma de curarlas es sacrificando a otra de ellas, siempre teniendo en cuenta que tiene que ser de un nivel igual o superior.
Una vez en el campo de batalla, contaremos con las clásicas cuadrículas resaltadas, que remarcan el área al que podremos movernos y/o el alcance de nuestros ataques. Cada ataque que efectuamos tendrá un costo en puntos. En total tendremos 100 puntos de acción por turno, pero si utilizamos más de 50 de ellos, nuestro personaje se agotará, entrará en “estallido” y su próximo turno será mucho más tarde. También podremos gastar puntos de salud para realizar ataques.
Su dificultad general resulta poco equitativa. Las misiones generales resultan fáciles de resolver (incluso aquellas que dicen ser “imposibles”). Sin embargo, a la hora de enfrentarnos al jefe final la dificultad incrementa a un punto que resulta casi imposible vencerlo, al menos en los primeros intentos. Es así que moriremos una y otra vez hasta que nuestras Hijas tengan en nivel suficiente para poder hacerle realmente frente.
La realidad es que Othercide cuenta con decenas de puntos que hay que tener en cuenta (como recuerdos, reminiscencias, etc.). Toda la información se nos brinda al comienzo del juego, pero es tanta que resulta difícil retenerla. Se irá comprendiendo mejor a medida que vayamos avanzando.
Minimalismo con un estilo gótico
Othercide cuenta con un apartado visual muy particular. Con un estilo gótico predominante, los enemigos parecen ser sacados de una historia de terror. El arte en sí resulta minimalista, pero no por ello menos detallado. Cada criatura que aparece cuenta con rasgos propios, siempre bien cuidados, que la diferencia de las otras. El juego en sí está hecho en blanco y negro (y las variedades de grises que esto conlleva), y un poco de rojo. La presencia de este último color, y el contraste que genera con los otros tonos, es explosiva (en el buen sentido).
El apartado sonoro también resulta gratificante. La música es potente, intensa. Se acopla de manera perfecta con el clima general del juego y la batalla en la que estemos.
Conclusión
Al ser un juego de estrategia por turnos, donde predominan las mecánicas de roguelike, Othercide es un título realmente difícil. Para quienes que no sean muy allegados a este estilo, resultará un tanto frustrante y complejo. En cambio, para quienes disfruten de este tipo de títulos, Othercide será una experiencia más que satisfactoria e interesante. Eso sí, teniendo en cuenta que debemos repetir las mismas misiones una y otra vez, la experiencia se vuelve, por momentos, un tanto reiterativa.