La inflación del mes de julio arrojó un 1.9% en los productos no regulados mientras que la inflación núcleo trepó al 2.5%.
Mientras que la inflación de agosto prevé una suba significativa y se anticipa un golpe en el frente financiero y cambiario por la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se prepara para redoblar los esfuerzos para que no se dispare el tipo de cambio oficial con el objetivo de evitar que se dispare la divisa.
En este sentido cualquier sobresalto de la divisa extranjera derramaría directamente sobre los precios. La suba del dólar oscila entre 5 y 6 centavos mensuales, lo que proyecta una suba de la inflación en el orden de un 2.6%.
A raíz de estos índices, el gobierno postergó la suba del precio de los combustibles, que no solo hubiera rebotado en la inflación sino también en remarcaciones indirectas de otros rubros no contemplados en la estadística.