El primer fin de semana con locales gastronómicos abiertos en la ciudad de Buenos Aires, dejó un saldo de 12 negocios clausurados por incumplimiento del protocolo.
Tras la decisión del gobierno porteño de habilitar la apertura de bares y locales gastronómicos, la gente se agolpó en distintos puntos de la Ciudad pese al pedido desesperado de los trabajadores de la salud y la advertencia por el crecimiento de contagios.
Los barrios de Palermo, Liniers, Agronomía, Constitución y Caballito fueron los principales testigos de las clausuras a causa del incumplimiento de los protocolos para evitar la propagación del virus. Entre los motivos de las clausuras se cuentan: incumplimiento del horario permitido y fiestas en el interior de los locales.
Luego de difundirse imágenes en las que se advertía el incumplimiento de las medidas de prevención el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, pidió al Gobierno porteño que “haga cumplir los protocolos con los que se comprometió”. En tanto el vicejefe de Gobierno de la Ciudad Diego Santilli, prometió reforzar los controles.
EL desborde desató las críticas por parte de un amplio sector de funcionarios del área de salud. Al respecto Daniel Gollán, ministro de Salud bonaerense cuestionó la medida y declaró: “Cuando uno juega al límite y a la ruleta rusa, el riesgo es muy grande”, y remarcó que “aumentar la circulación es aumentar los casos”.
En tanto aseguró que, mientras que el sistema de salud público tiene un hándicap de 150 camas, “la Ciudad concentra la enorme cantidad de sectores de la salud que responden a empresas de medicina prepaga y a obras sociales. Ese sistema hace tiempo que está muy saturado, llegando al límite”.