Amilcar Collante, Economista y miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur (CESUR), analizó las estrategias del Gobierno en la negociación con el Fondo Monetario Internacional y las dificultades que enfrentará la coalición de gobierno el año que viene.
Con la llegada de la misión del Fondo al país y el comienzo de las negociaciones, el Gobierno empezó a dar señales fiscales antipáticas para la sociedad, como el recorte del IFE, en busca de armonizar con el Fondo y encontrar un equilibrio entre las demandas del organismo internacional y la situación local.
La idea es que: por medio de “señales al FMI con medidas a mediado plazo, ganar una postergación en los pagos por cuatro años, con la esperanza de poder extenderlo a diez años”, señaló el economista al aire de FRECUENCIA ZERO.
En tanto, no existió quita de capital en la deuda contraída con el FMI ya que el organismo no lo permite y lo que miran con preocupación los expertos en la materia, son las dificultades para generar crecimiento que permita hacer frente a los futuros pagos.
Para eso el Gobierno proyecta “motorizar las exportaciones, pero esto está muy condicionado por el tipo de cambio”. La brecha cambiaria está imposibilitando la liquidación de divisa, que algunos analistas atribuyen a una especulación del sector exportador.
En este marco, lo que busca el Gobierno es “cerrar un acuerdo antes de enero del 2021, en donde la inflación va a ser un tema clave. El escenario plantea que será del 29%” y arranca con el descongelamiento de las tarifas en los servicios y aumento en los bienes de consumo básicos.