Luego de una jornada en la cual una multitud se convocó para despedir al ídolo futbolístico en Casa Rosada, el velatorio de Diego Maradona cerró de manera caótica.
Las escenas de violencia comenzaron con la irrupción en Casa Rosada de un grupo de personas que, por temor a no poder despedirse de su ídolo, rompió la reja del ingreso a la sede gubernamental, lo que provocó un avance descontrolado hacia el interior.
Luego del cambio en el cronograma y el avance de la multitud al interior de Casa Rosada, se puso fin al velatorio popular. Las balas de goma y gases lacrimógenos agravaron la situación, en una jornada que comenzó con tensiones entre la gente y las fuerzas de seguridad metropolitana, a primeras horas de la mañana.
Ante los hechos de violencia y represión, el cruce de acusaciones entre sectores políticos no se hizo esperar. Patricia Bullrich, Martín Lousteau y Diego Santilli salieron a responsabilizar al gobierno nacional por una mala organización del evento, incluso denunciando que el velatorio fue montado para rédito político.
El presidente, Alberto Fernández, ante la crítica de la oposición, aseguró que: “El que piensa que detrás de todo esto hay un acto político no tiene la menor idea de qué es Maradona”, y agregó: «Si no hubiéramos organizado esto, todo hubiera sido peor, porque era imparable».
El mandatario explicó que: «todo funcionó muy bien hasta que algunos, viendo que el horario los iba a dejar afuera, se precipitaron, rompieron la puerta de entrada y todo se complicó».
