En una Sesión histórica, la Cámara alta aprobó el proyecto del Ejecutivo sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo y lo convirtió en ley.
Con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, los legisladores dieron carácter de ley al proyecto que autoriza a las personas gestantes, a interrumpir el embarazo no deseado, en condiciones sanitarias adecuadas y a mano de profesionales de la salud en los hospitales públicos hasta la semana 14 inclusive.
Tras más de 12 horas de debate parlamentario que legalizó la iniciativa del Ejecutivo, también se aprobó por unanimidad el Plan de los 1.000 días, que garantiza la asistencia y el acompañamiento del Estado a la mujer embarazada y para su hijo hasta los 3 años de vida.