Una educación con virtualidad con estrecho margen por la falta de conectividad parece ser la historia repetida de cientos de ciudades a lo largo y ancho del país.
La decisión de cerrar las aulas, a partir del número de contagios que se producían en AMBA, sin pensar las diferencias de cada provincia y de la infraestructura con la que cuentan las escuelas del interior de país.
«Cuando levantamos la voz para que nos ecucharan sobre la situación en que se encontraban nuestros chicos, comenzaron a perseguirnos en redes sociales y a señalarnos por lo que estábamos pidiendo», planteó Fátima y agregó; «Nos durmieron en una siesta durante todo el año, hay que empezar a pensar en el regreso a las aulas en el 2021 o van a seguir en la cómoda».