Santos lo derrotó 3 a 0 y llega a la final.
El partido de ida hace 7 días en la bombonera fue aburrido, lento, ambos conjuntos se preocuparon más en no recibir un gol que en buscar convertir. Obviamente la “obligación” en ese momento la tuvo Boca por ser local, apenas intentó un poco mas que Santos, que jugó al toquecito intrascendente en la mitad de la cancha y solo se arrimó al área unos minutos en el segundo tiempo.
Ayer con el 0 a 0 de la ida estaba para cualquiera, si se mantenía ese resultado se definía por penales. Ya a los 30 segundos de juego se notó algo, Santos iba a estar más decidido y Boca dormido, sin actitud, sin disputar cada pelota, como si estuviera jugando en la altura. Remate de Marinho al palo, ya se veía como sería el partido.
A los 15 de juego, Soteldo remata dentro del área, la pelota da en la mano de Lisandro Lopez y en el rebote Pituca marca el 1 a 0 con un zurdazo bajo y suave al segundo palo. Desde ese momento Boca tuvo 75 minutos para empatar (con el 1 a 1 pasaba Boca) pero siguió igual, sin mostrar actitud, juego o rebeldía. Encima en el entretiempo, Miguel Ángel Russo realizó una variante inexplicable, Buffarini por Jara, un 4 por otro 4, cuando se necesitaba de juego o al menos de un gol que le daba la clasificación. También ingreso Capaldo por Diego Gonzalez, quien pareció no estar bien físicamente para semejante instancia.
Para colmo a los 4 minutos del complemento Soteldo marcó el segundo gol de Santos, con un remate alto y fuerte al palo de Andrada. Boca sacó del medio y dos minutos mas tarde llegó el 3 a 0, gran jugada de Marinho y definición de Braga Ribeiro debajo del arco.
Boca quedó eliminado sin atenuantes, perdió la oportunidad de llegar a la final en el Maracaná, pero lo peor no fue el resultado, lo peor fue el cómo, la imagen que dejó, la de un equipo que no compitió.