El papa Francisco aterrizó en la mañana argentina en Bagdad y fue el primer Sumo Pontífice en pisar suelo iraquí tras haber llegado en un avión de la aerolínea Alitalia desde Roma.
Al bajar advirtió a los periodistas que estaban allí que era un deber visitar «esta tierra martirizada», en referencia al país persa, y remarcó que deseaba encontrarse con la cultura local.
El plan marcaba que, a las 15 horas de Irak, es decir, a las 9 de Argentina, habría una Ceremonia Oficial de Bienvenida en el Palacio Presidencial, en el que estaría el presidente de la República, Barham Salih. La visita durará cuatro días y la idea de Francisco, según él, es «ser un peregrino de la paz».