Los infectólogos asesores del presidente Alberto Fernández le recomendaron ayer al Gobierno que se aplicaran medidas de cierre focalizadas, con principio y final, y que se restringieran más las reuniones sociales al aire libre y las actividades deportivas en ambientes abiertos y cerrados.
Además, los médicos plantearon que las actividades económicas y las clases presenciales no se podían tocar, salvo que colapsara el sistema sanitario, por lo que propusieron balancear la circulación con más prohibiciones a las otras actividades. También destacaron que los contagios se daban en los lugares recreativos y no en los que había protocolos estrictos.
Durante la reunión, los especialistas advirtieron que la segunda ola de COVID-19 implicaba una nueva pandemia y que las nuevas cepas habían arrasado en otros países. Asimismo, remarcaron que los resultados de las medidas tomadas por Fernández se verían en 10 días.
Desde el pasado 9 de abril y hasta el próximo 30 de ese mes, el mandatario prohibió la circulación entre las 00 y las 6 de la mañana, estableció que los restaurantes debían cerrar a las 23; que, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), solo los trabajadores esenciales podrían usar el transporte público; y suspendió las juntadas en domicilios particulares y en las plazas, los salones de fiesta y los deportes en lugares techados con más de 10 personas.
En las últimas 24 horas, Argentina registró 19.437 nuevos infectados y 179 fallecidos por coronavirus, y sumó 2.551.999 positivos y 57.957 muertos desde el comienzo de la pandemia. La ocupación de camas de terapia intensiva se ubicó en el 60,3% a nivel nacional y en el 60,3% en el AMBA. En el plano de las vacunaciones, según el Monitor Público, la Nación distribuyó 7.085.796 y se aplicaron 5.571.878. También, la cuenta de Twitter Cuántas Vacunas, que transforma a porcentaje los datos del Ministerio de Salud, confirmó que el país había inmunizado al 10,27% de la población.