Brasil superó ayer las 400.000 muertes por COVID-19 y se ubicó en el segundo puesto, detrás de Estados Unidos, en donde fallecieron 575.000 personas de coronavirus.
Por otra parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la periodista argentina radicada en Río de Janeiro, Florencia Urbani, resaltó que Bolsonaro planeaba aportarle 150 reales a cada trabajador informal. Pero también recalcó que el año pasado la inversión había sido de 600 reales.
Además, Urbani advirtió que el gasto social pasaba de haber incluido a 67.000.000 personas a incluir a 40.000.000. En ese sentido, confirmó que el 55% de los hogares brasileños tenían inseguridad alimentaria, es decir, no contaban con un servicio básico como el agua.
Asimismo, remarcó que las medidas de Bolsonaro contra la pandemia y la cancelación de las causas del expresidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva situaban al exmandatario en una posición política superior a la del actual gobernante.
En otro punto de la conversación, la cronista confirmó que Brasil había tenido que postergar su esquema de vacunación, debido a la desaprobación de las dosis de Covaxin y del Instituto Gamaleya. También subrayó que la Nación de habla portuguesa inoculaba a su población con los sueros de las empresas Sinovac y Pfizer, y tenía al 19% de la ciudadanía inmunizada. No obstante, enfatizó que, si la medición de inyectados se hacía por cada 100.000 habitantes, el resultado brasileño se ubicaba en el puesto 57 a nivel mundial.