Retro Machina es el lanzamiento debut del estudio indie Orbit Studio, el cual nos presenta un juego de acción en tiempo real e ingenio que promete dar que hablar.
Retro Machina esta disponible para PC, Nintendo Switch, Xbox One y PlayStation 4.
Con una bella estética, puzles ingeniosos y una historia interesante (aunque algo trillada), este juego puede entretenernos un buen rato. Algo más que loable para ser la primera entrega del estudio.
Otro futuro distópico
La historia nos sitúa en un futuro lejano pero ambientado retro, muy al estilo de Los Supersónicos. En este futuro alternativo los humanos han dejado de existir hace tiempo tras haber sido erradicados por las máquinas. Nuestro protagonista es un pequeño robot sin nombre que trabaja en una línea de montaje hasta que por una falla de su funcionamiento es descartado y enviado al exilio. Comenzará su aventura para retornar a casa y ser reparado.
En su periplo deberá resolver enigmas para poder avanzar y en el camino irá develando el argumento. Pero su aventura no será fácil, será atacado por agresivos robots, los cuales deberá combatir a puro golpe de su llave de tuercas. También tendremos disponibles otros poderes, el más importante nos permitirá conectarnos con los enemigos para manipularlos y usarlos a nuestro antojo para abrirnos camino por la jungla de cemento y metal. Algo muy al estilo de la entrañable saga Oddworld.
Desde lo malo, el protagonista del juego no tiene nombre y carece de cualidades particulares que logren generar empatía en el jugador.
La historia no es nada nuevo bajo el sol. Ya hemos visto historias de máquinas atacando a los humanos e intentando su exterminio tanto en el cine como en el gaming. Sin embargo, el argumento en sí se va desentrañando gradualmente y está bien contado.
Cortito y al pie
Los controles de Retro Machina son sencillísimos, un botón para atacar, otro para esquivar, otro para planear, uno de acción y los de arriba para usar las habilidades de control. Realmente es pan comido. Su sistema de combate es igual de sencillo… tan sencillo que en ocasiones se vuelve banal y sin gracia.
Los enemigos tienen poco repertorio de ataques y caen en conductas repetitivas, por lo que no suelen ser una gran amenaza salvo que vengan en grupos numerosos. Los puzles son originales y bien pensados, pero para resolverlos en ocasiones nos exigen que viajemos de una punta a la otra del mapa, volviéndose muy largos y tediosos.
Ni muy, muy… ni tan, tan…
Dentro de lo bueno del apartado gráfico es destacable su estética retro futurística con toques arquitectónicos art déco. Los escenarios son dibujados a mano con mucho esmero y atención a los detalles. El diseño de los personajes es simpático y algo grotesco, que por momentos me recuerda vagamente al premiado indie Machinarium.
Dentro de lo malo, la calidad gráfica es más bien baja. Si bien esto es utilizado por los desarrolladores como un punto a favor de la estética, la definición en muchos casos deja de desear cuando queremos utilizar el mapa o cuando queremos leer documentos relacionados con la historia. Por otra parte, la cámara fija en picado en ocasiones se puede volver molesta cuando tenemos que saltar/planear entre plataformas.
En cuanto a sonido: los efectos de sonido y la banda sonora acompañan la aventura, sin embargo, son bastante escuetos y por momento casi inexistentes. Un poco de música de sintetizador le hubiera venido de maravilla.