The Longest Road on Earth Review: más que un videojuego, una experiencia

Desarrollado por Brainwash Gang y TLR Games, The Longest Road on Earth nos sumerge en una experiencia minimalista, profunda y sumamente personal, donde, a raíz de la ausencia de textos y diálogos, cada jugador creará su propia narrativa.

The Longest Road on Earth está disponible para Android, iOS y PC

Una experiencia para cada persona

The Longest Road on Earth no nos cuenta una historia en sí. Es, en cambio, una experiencia sumamente personal. El juego simplemente se limita a presentarnos a cuatro personajes. A raíz de la ausencia de textos y diálogos, cada jugador creará, en su cabeza, la historia de cada uno de ellos: sus vivencias, sus miedos, sus anhelos. Se trata de un juego sumamente reflexivo, que nos invita a disfrutar de las pequeñas cosas, como andar en bicicleta, soplar los pétalos de una flor o disfrutar de una caminata en la playa.

Si bien cada jugador vivirá su propia experiencia, la música tiene un papel crucial para evocar algunas emociones puntuales y transmitir(nos) ciertas ideas. A esto se le suma que las cuatro historias se desarrollan de una manera lineal, por lo que, pese a que cada uno construirá sus propios mundos, hay ciertos puntos que no quedarán librados al azar.

De cualquier manera, The Longest Road on Earth es una experiencia que nos permite desconectar la cabeza de nuestra propia realidad y sumergirnos en cuatro nuevos mundos donde podremos disfrutar el placer de las pequeñas cosas.

Dejar que todo fluya

Al ser un juego que se basa principalmente en lo narrativo, la jugabilidad en sí se limita a ser lo más minimalista posible. No debemos hacer más que mover a los personajes a través de los mapas para avanzar en la historia. The Longest Road on Earth no cuenta con desafío alguno. No hay nada que empañe la experiencia de los jugadores.

Simplemente, debemos dejarnos llevar por lo que vemos en pantalla y la banda sonora que acompaña todo ello.

El juego se centra, como mencioné anteriormente, en que cada jugador disfrute del mundo de cada personaje, que cree sus propias historias, que reflexione sobre las pequeñas cosas que nos da la vida. Por este motivo, simplemente debemos relajarnos y dejar que todo fluya por sí mismo.

¿La banda sonora del año?

La propuesta que nos plantea The Longest Road on Earth no sería posible si no fuese por su increíble banda sonora. Beícoli, una de las desarrolladoras del juego, compuso más de 20 canciones para que podamos sumergirnos en esta experiencia. El sonido y la letra de cada pieza musical evocarán los sentimientos necesarios para que construyamos el mundo de cada personaje.

Beícoli logró crear una banda sonora tan intensa como sencilla. Cada canción nos cuenta una historia por sí misma, pero a la misma vez se conecta con las otras piezas de una manera sutil, inteligente. Su voz, cargada de emociones, nos pondrá la piel de gallina por momentos. En lo personal, es una banda sonora que quiero tener siempre a mano para que me acompañe en mi vida cotidiana.

Blanco y negro, no podía ser de otra manera

The Longest Road on Earth está construido con una estética minimalista en pixel art. Como no podía ser de otra manera, su paleta de colores se limita al blanco y negro (con las típicas tonalidades grises, claramente). Al igual que los anteriores puntos mencionados (historia, jugabilidad, sonido), el apartado gráfico destaca principalmente por su sencillez. Los múltiples escenarios, a veces colmados de detalles (o de personajes), a veces solitarios, también serán claves para construir el mundo de cada personaje. Una ambientación que pone en foco, una vez más, la vida cotidiana, con los pro y contra que ello implica.

Requisitos del Sistema

MÍNIMO: SO: Windows 7 – Procesador: Intel Core i3-7100, AMD FX-8100 or equivalent – Memoria: 4 GB de RAM
Gráficos: Intel UHD 630, Geforce GTX 275, Quadro 2000D or equivalent – Almacenamiento: 500 MB de espacio disponible.

Conclusión

The Longest Road on Earth es un juego que nos permite desconectarnos por un instante de la realidad y sumergirnos en otros mundos donde nosotros construiremos la historia.

Es una experiencia personal, intimista, introspectiva. Es un título para quienes disfrutan de las cosas simples, para quienes quieren relajarse y dejar que las cosas fluyan por sí mismas. Un juego para pocos, muy diferente a lo que ofrece al mercado, pero al que sin duda vale la pena darle una oportunidad.

Salir de la versión móvil