Sueños destrozados

Gabriel, un docente del Bachillerato de Educación Popular y Casa Comunitaria Bajo Flores, en comunicación con FRECUENCIA ZERO, denunció los daños que produjo la Policía Federal durante un operativo, en el que los efectivos irrumpieron sin orden judicial en la vivienda donde funciona la institución.  

En la madrugada del jueves pasado, alrededor de las 4:30 a.m., un escuadrón de la Policía Federal rompió la puerta del establecimiento donde funciona el Bachillerato Popular y Casa Comunitaria Bajo Flores en el barrio Ricciardelli (1-11-14) y ocasionó numerosos destrozos en el lugar. Desde las fuerzas de seguridad afirmaron que estaban en búsqueda de un prófugo, que finalmente no encontraron.  

Gabriel, docente de la institución, aportó algunos detalles sobre cómo tomaron conocimiento de los hechos y las respuestas que tuvieron por parte de las autoridades: “Nos enteramos de lo que pasó por una compañera que vive en el barrio; cuando fuimos nos encontramos con todo destrozado. Teníamos información por los medios de este operativo que estaban realizando; pero luego de esta situación que sufrimos, esto se hizo muy masivo. Y ahí es cuando se hicieron presentes desde el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Policía Federal, pero explicaciones no hay. Esto es un episodio más de violencia, como lo suele haber en el barrio 1-11-14 y otros barrios marginados de la Ciudad. Hay otros casos donde irrumpen en las casas de los vecinos sin ninguna orden, pero ¿dónde vas a denunciar si la misma fuerza que toma la denuncia es la que irrumpe en las casas? Debe haber un protocolo, un cambio de paradigma para que esta situación de violencia cotidiana se pueda revertir».

Sobre las situaciones que se viven día a día en esta y otras zonas vulnerables de la Ciudad, el educador expresó: “La violencia es algo histórico en los barrios. Lamentablemente, tanto los vecinos como los que trabajamos hace muchos años convivimos cotidianamente con esto y, desgraciadamente, empieza a formar parte de la costumbre”.

Por último, abordando el plano educativo, el docente dio su testimonio sobre cómo vienen sobrellevando las clases en el contexto de pandemia: “Es increíble que se sostenga el discurso donde la educación es la prioridad cuando no hay conectividad en el barrio, nunca hubo ni la habrá en lo inmediato. Esto hace imposible sostener la virtualidad, que era lo que se pedía el año pasado. Por eso, es un discurso cínico. Ahora dicen que le quieran dar prioridad a la presencialidad. Nosotros trabajamos mucho. Estamos yendo dos veces por semana al barrio a entregar cuadernillos impresos y luego se hace un seguimiento por WhatsApp. Pero al no haber conectividad, hay que manejarse en papel. En este momento, tenemos alrededor de 50 estudiantes con el tema de los contagios. Podemos decir que hubo muchos contagios en alumnos y sus familias. Pero en el equipo docente, por suerte, no hubo contactos estrechos. Otro tema es la deserción, ya que es muy difícil seguir adelante con los estudios cuando hay alumnos que solo tienen un teléfono por familia”.

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