El presidente Alberto Fernández decretó el pasado 21 de mayo nueve días de confinamiento estricto y que los fines de semana también habrá una cuarentena.
A la vez, pidió que se definiera si se adelantaban o no las vacaciones de invierno, debido a que, según él, había incertidumbre sobre la preparación de los viajes.
Entre otras medidas, el Gobierno prohibió durante los días de descanso la circulación desde las 18 hasta las 6 de la mañana. Y estableció que los comercios no catalogados como esenciales podían atender solo de las puertas hacia afuera.