Rhianna Pratchett, para los legos, es una consumadísima escritora con créditos en varios muy buenos videojuegos. Aparte, es hija de Terry Pratchett; pero no ha necesitado del apellido para labrarse las cualidades que tiene y que mostró en Heavenly Sword, Tomb Raider o Mirror’s Edge. Son por pulso propio.
Lost Words: Beyond the Page está disponible para PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch.
Lost Words: Las Palabras Perdidas
Lost Words narra a través de dos instancias bien marcadas lo que sin duda suena a experiencia personal.
Las dos instancias son bien diferenciadas. En la primera, la protagonista del juego nos narra su vida diaria a través de su diario íntimo, con especial preponderancia a la relación cercana que tiene con su abuela, una exhippie y ambientalista que la empuja a perseguir su sueño de ser escritora. En esta instancia que podríamos denominar “real”, aunque fijado en un diario en primer plano, el arte está realizado con preciosas acuarelas. Y nosotros, los jugadores, manejamos al pequeño avatar de la niña saltando de página en página y acomodando palabras.
La segunda instancia es la novela que escribe Izzy, la protagonista, y que nos ubica en el mágico mundo de Estoria. Podemos elegir el nombre del personaje, su color predilecto y su cualidad principal. Robyn, roja, intelectual, fueron mis elecciones.
En el mundo bidimensional de Estoria, también hay un personaje relevante de la tercera edad, la anciana Ava, que nos compromete a recuperar a las “luciérnagas” que han huido de nuestra aldea por el ataque de un dragón. Los insectos luminosos, en Estoria, son mágicos. Una fuerza ancestral que da vida.
Para lograr el rescate a lo largo de los cinco niveles (cada uno con un bioma clásico de los juegos de plataformas), deberemos valernos del salto y de la resolución de puzzles físicos que involucran el uso de “las palabras perdidas”. Robyn (o como la hayan llamado) utiliza un libro que tiene palabras que van acomodando la realidad para poder avanzar. La palabra “Subir” le otorga el poder de hacer que los obstáculos se eleven. El comando “Romper” hace que se rompan, así como “Arreglar” los recompone. Hay una decena de comandos en total que hay que utilizar y encadenar exitosamente para seguir avanzando y tomando decisiones en pos de salvar a Estoria.
Saber decir adiós
Ambas secuencias jugables cuentan más o menos la misma bella y agridulce historia de crecimiento, aceptación de la pérdida, maduración de los sentimientos y comprensión de acuerdo a la derrota. Cada nivel y personaje tienen un fin, y es una metáfora de los eventos ineludibles de la vida. Sobre todo, aquellos que nos deprimen o enfurecen.
La narrativa no esconde para dónde va en ningún momento. Sin embargo, el final es bastante sorpresivo porque en vez de mostrarnos una forma de victoria, nos hace enfrentar algo muchísimo más realista.
A nivel visual, son muy bonitas tanto la instancia de diario íntimo así como la que es más reconocible como EL videojuego en sí. Sorprende mucho que sean bastante disímiles entre ambas. La del diario con las nombradas acuarelas y la 2D plataformera con un estilo precioso pero minimalista.
Podría decirse que el diario tiene una dinámica particular de interludio entre niveles, pero son separadores que a veces duran tanto como los mapas en sí, con lo cual es medio un sinsentido bajarle el precio. No solo por lo que relatan dentro de Lost Words, sino por cómo lo hacen.
También, es una sorpresa la banda sonora y los diálogos. Son de altísima factura para un videojuego que tuvo su salida original en Google Stadia. El soundtrack incluye algunas piezas épicas que por muy poco parecen sacadas de un RPG de fantasía heroica. Los diálogos, en un inglés muy 5 o’clock tea, son claros y transmiten mucha emoción. Especial atención a Sidonie Marie Sakalis, la voz de Izzy, que la rompe toda y era su primer crédito en el gremio.
La escritora Rhianna Pratchett, con créditos en múltiples videojuegos (Mirror’s Edge, Tomb Raider), ha construido a través de las palabras (y el lenguaje) una experiencia llena de emociones que agradezco haber podido experimentar.
Gamer de muchos años. Creador de la comunidad Old Gamers. Redactor.