Arc System Works estrenó Guilty Gear Strive, la última parte en la franquicia que arrancó a fines de los 90 y cosechó fanáticos en todo el mundo. En esta ocasión, su fuerte se apoya en su apartado online.
Guilty Gear Strive está disponible para PC, PS4 y PS5.
La eterna lucha por poder y control
Muchos juegos de lucha saltan por alto sus argumentos y van directo a las piñas. La saga Guilty Gear siempre tuvo un lore especialmente contado a partir de cortometrajes o series, dándole más profundidad a cada uno de los personajes.
En Guilty Gear Strive la lucha entre los Gears y los cazarrecompensas como Sol Badguy continúa. Al igual que en el título anterior Xrd, el modo historia está compuesta por capítulos separados con voces en ingles o en japonés. Son nueve episodios de un total de 4 horas y media. Es preciso aclarar que no se pueden jugar en ningún momento y es solo como ver una serie.
La virtualidad al palo
Los tiempos están cambiando y la necesidad de que los juegos tengan contenido online es casi una obligación. Las competencias ya no son solo en el salón de tu casa y Guilty Gear Strive lo entiende muy bien.
En primer lugar, esta nueva contienda de Arc System Works tiene menos personajes en su plantilla: quince en total. Lo cual es menos que en Revelator y Rev2. Suponemos que la idea es ir agregando luchadores en los próximos DLC (al estilo que hicieron en Dragon Ball FighterZ).
A pesar de los pocos personajes, la construcción y habilidades que tienen cada uno los diferencian constantemente del estilo de pelea que podemos tener. Mientras que algunos ocupan toda la pantalla y con un sablazo llegan hasta el contrario (ejem, Nagoriyuki, te estoy viendo), otros se mueven mucho más rápido por toda la pantalla y pueden alcanzarte sin que te des cuenta o defenderse de ataques enemigos como Zato y Chipp Zanuff.
Muchos veteranos de la saga verán que ciertas mecánicas han sido simplificadas. Ahora es más sencillo crear combos de golpes suaves y fuertes para terminar en un ataque especial. Se mantienen acciones ya comunes de la saga y necesarias para conseguir la victoria, como el Dust para hacer un barrido, el Psych Burst para romper el combo de un enemigo y, finalmente, el Roman Cancel que con diferentes colores consume el 50% de la barra de tensión, como por ejemplo para hacer combos en combinación.
Se añade el Wall Break, una manera de romper el control del enemigo golpeándolo con la pared ficticia; y si hacemos suficientes golpes, los mandaremos a otro escenario con extra de daño.
Dejando de lado el online, no hay muchos modos disponibles. Tenemos el clásico arcade, el clásico modo supervivencia y el versus para luchar contra la IA o un Player 2. Nada nuevo por aquí. También hay un modo entrenamiento y un dojo para profundizar en las mecánicas y combos que ayudan a los nuevos jugadores.
Ahora con respecto al online: al entrar en las partidas (tardan un poco en conectarse a los servidores), nos dan la posibilidad de nombrar y caracterizar a nuestro avatar en 2D pixelado. Y nos coloca en un piso de una torre que se amolda a nuestras habilidades en el combate. Allí, tenemos varias salas para combatir y algunas acciones para hacer con otros jugadores en el mundo. También hay una tabla de noticias con todas las actualizaciones.
En las peleas en sí, no encontré problemas de conexión a pesar de estar luchando con gente de otros países. Los sistemas son simples y rápidos. Y como las contiendas son cortas, seguramente, en una hora habrán luchado con varias personas diferentes. Según nuestros resultados, el sistema nos dará la posibilidad de seguir avanzando o, en su defecto, si somos medio mancos, bajarnos de nivel. Nunca tendremos la posibilidad de ser muy buenos y explotar niveles inferiores.
Un animé heavy y fluido
No es sorpresa decir que Arc System Works tiene a grandes artistas detrás de sus diseños. Tanto los personajes como los escenarios siguen sorprendiendo con la variedad de colores y movimientos que tienen. Ya eran unos bestias en el 2014 con Guilty Gear Xrd, y con los avances tecnológicos después de Dragon Ball FighterZ no se podía esperar menos. Claro que muchos van a decir que en este sentido no innova en absoluto y, quizás el próximo trabajo de la desarrolladora japonesa sea realmente de un estilo visual preparado para las nuevas generaciones. Ya lo veremos.
¿La música? Te hará pensar que sos el amo de la guitarra eléctrica entre golpes y patadas. La cita obligada para todos los amantes del heavy metal. Si no me creen, les dejo un video de la OST:
Requisitos del Sistema
MÍNIMO: SO: Windows 8/10 (64-bit OS required) – Procesador: AMD FX-4350, 4.2 GHz / Intel Core i5-3450, 3.10 GHz – Memoria: 4 GB de RAM – Gráficos: Radeon HD 6870, 1 GB / GeForce GTX 650 Ti, 1 GB – DirectX: Versión 11 – Red: Conexión de banda ancha a Internet – Almacenamiento: 20 GB de espacio disponible – Tarjeta de sonido: DirectX compatible soundcard or onboard chipset.
RECOMENDADO: SO: Windows 8/10 (64-bit OS required) – Procesador: Intel Core i7-3770, 3.40 GHz – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: GeForce GTX 660 – DirectX: Versión 11 – Red: Conexión de banda ancha a Internet – Almacenamiento: 20 GB de espacio disponible – Tarjeta de sonido: DirectX compatible soundcard or onboard chipset.
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