Lisandro Teszkiewicz, auditor porteño por el Frente de Todos, advirtió en diálogo con FRECUENCIA ZERO que el Gobierno de la Ciudad disolvió el organismo que se ocupaba específicamente del saneamiento del Riachuelo; y denunció el desvío de fondos del presupuesto destinado para este fin a otras áreas de gestión.
Luego de un informe elaborado por la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA), quedó en evidencia que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta desarmó el departamento encargado de resolver la problemática de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Sobre este tema, Teszkiewicz, uno de los firmantes del documento, aportó: “Se disolvió la Unidad de Proyectos Especiales CUMAR, que era un organismo que centralizaba toda la política que tenía que ver con la Cuenca Matanza-Riachuelo de la Ciudad de Buenos Aires. En el 2008, la Corte Suprema sacó un fallo histórico que responsabiliza a los Estados de Nación, Ciudad y Provincia de efectivamente sanear el Riachuelo, no solo hacer declaraciones. Por eso, se repartieron tareas a cumplir, responsabilidades, acciones; y, entre ellas, la Ciudad debía reubicar 2500 familias. A más 10 años de terminar el censo, aún quedan familias por relocalizar, 1027 para ser exactos. Lo que significa que más de 10 años después de este fallo, hay familias que siguen viviendo no en riesgo, sino en medio del foco más grande de contaminación de la Ciudad de Buenos Aires».
En consonancia con este tema, el auditor porteño agregó: «Además, lo más grave en ese sentido es que, según el informe que hicimos, en el año 2019 el Gobierno de la Ciudad dejó de hacer los controles de plomo en sangre para los habitantes de la orilla del Riachuelo. Esto es gravísimo, ya que es el indicador internacional más importante para medir el impacto en la salud que tiene la contaminación ambiental, lo que nos permite planificar políticas sanitarias. No se hicieron más estos controles y se disolvieron los organismos encargados de hacerlo en otras dependencias que nada tienen que ver con el medio ambiente”.
Otro de los puntos controversiales que expuso el informe de Auditoría fue el desvío de fondos destinados al saneamiento del Riachuelo y para reubicar a los habitantes de esta zona vulnerable a otras áreas que no estaban relacionadas con este objetivo. Acerca de este asunto, Teszkiewicz precisó: “En lo primero que se nota es en el presupuesto. En el fallo, la Corte le da la responsabilidad a los Estados de invertir recursos para el saneamiento efectivo del Riachuelo, no es algo solo discursivo. Cuando elaboramos el informe de 2019, descubrimos que de los $5400 millones que figuraban para tal fin, más de la mitad (el 54,58% exactamente), en realidad, está destinado a cosas que no son el saneamiento del Riachuelo. Por ejemplo, suman programas de vivienda para la reubicación de familias de otros sectores de la Ciudad, no solo las que viven en la vera del Riachuelo. Suman campañas publicitarias, como Ciudad Verde, que tienen que ver con lo ambiental pero no específicamente con el Riachuelo. Mientras las familias siguen quedando ahí, no se reubican las empresas que siguen tirando sus vertidos, no se avanza en el saneamiento de las aguas».
Como conclusión, Teszkiewicz sostuvo: «Todo esto, sumado a la suspensión de controles de plomo en sangre, a que todavía hay familias sin reubicar (y las que sí ya están en otro lugar, hace 10 años que no tienen gas natural), nos demuestra que no hay una voluntad política para resolver las cosas. La Ciudad de Buenos Aires tiene muchos riesgos ambientales. Hay uno que se cumplió, que no es un riesgo a futuro, es un problema del presente y la Ciudad lo está atendiendo cada vez menos”.