El voleibol argentino pasa por su mejor momento. En los Juegos Olímpicos de Tokio, estará representado por los cuatro equipos (el tradicional y el practicado en la playa, ambos en masculino y femenino). Siendo la primera vez de este hecho, y colocándose a la altura de potencias como Brasil, Estados Unidos e Italia.
Hace pocos días, el beach volley concretó las clasificaciones en las Continental Cup disputadas de Paraguay- para las mujeres- y Chile- en los hombres-. En el caso femenino, Ana Gallay y Fernanda Pereyra fueron quienes entraron a los JJ.OO. Luego del logro, Pablo Del Coro, entrenador del seleccionado femenino, reconoció que llegaron con lo justo al torneo. Es que ambas se lesionaron los hombros y eso dificultó la preparación.
Por otro lado, hubo trabas por la pandemia del Coronavirus. Si bien mantuvieron parte de sus competencias, siempre tuvieron complicaciones para arribar a las diferentes ciudades. De hecho, todavía no retornaron de Asunción por el nuevo cupo de los vuelos. Una situación similar atraviesa la dupla masculina (Julián Azaad y Nicolás Capogrosso) del otro lado de la Cordillera.
Según en el director técnico en diálogo con FRECUENCIA ZERO, las argentinas entrenarán una semana en Mar del Plata a la vuelta de Paraguay, luego viajarán a España para concentrar con la Selección local y el 18 entrarían a la Villa Olímpica de Tokio, ya que seis días después comenzará la máxima cita. Sobre el torneo, aseveró que habrá equipos muy fuertes, pero tienen chances de vencerlos. De todos modos, irán partido a partido.
«Me imagino a Japón con una tecnología increíble. Estará muy bueno para verlo en casa. Me imagino un Juego muy bonito desde la organizativo también», expresó Del Coro, quien también hizo hincapié en los protocolos sanitarios que deberán cumplir.