El jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, confirmó anoche en una entrevista que el Gobierno analizaba cambiar el marco normativo para comprar vacunas del laboratorio Pfizer.
No obstante, ayer, al mismo tiempo que el funcionario hablaba en la televisión, el oficialismo se negó a votar en el Poder Ejecutivo una modificación del texto propuesta por la oposición. Una de las redes que promovió el tratamiento del tema en el Legislativo fue VacunaMe, integrada por familias con menores de 18 años con enfermedades de riesgo prevalentes. Hasta ahora, la de Pfizer es la única inoculación habilitada para los niños.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, uno de los miembros de VacunaMe, Ignacio Mooney, subrayó que la situación era de vida o muerte, y que la inoculación era un derecho. A su vez, advirtió que la situación con los chicos se había transformado en un «trofeo de guerra», debido a que la oposición también había tratado tarde el tema.
Además, Mooney remarcó que el Gobierno debía dar la solución, y que los afectados no tenían comunicación verbal y se habían privado de continuar tratamientos. También, destacó que, con el encierro, los padres protegían a sus hijos del coronavirus, pero los desprotegían de las comorbilidades que ya poseían.
Asimismo, reveló que, desde VacunaMe, habían ofrecido pagar por los sueros. Pero, según él, no hubo respuestas. Sin embargo, los Estados de Chile y de Uruguay inmunizaron a sus menores con el suero de Pfizer.