Para los que hayan nacido en los 80: muchas veces, gracias a la imaginación emulábamos ser Indiana Jones, esquivando trampas en nuestro living. Muy pocos juegos se pusieron en serio en esto; y Phantom Abyss demuestra que el desafío puede ser divertido.
Phantom Abyss está en early access para PC.
Durante la conferencia de Devolver Digital en la E3, hubo un juego que por sus mecánicas me llamó bastante la atención… aunque tenía mis dudas. Este era Phantom Abyss de Team WIBY.
La idea de esquivar pinches, piedras y encontrar tesoros y reliquias me parecía suficiente para probarlo. Más cuando leía que solo una persona en el mundo iba a completar cada mazmorra. El resultado es satisfactorio, pero hay que tenerle paciencia, claro.
Atrapado sin salida
Por lo menos, en lo que está disponible en el Early Access, Phantom Abyss no tiene un argumento muy desarrollado más allá de que estamos atrapados en una mazmorra y que una deidad nos indica que si queremos salir, debemos ir recolectando diversas reliquias y realizar ofrendas a los dioses presentes. Y no creo que haya mucho más que eso: su fuerte está en sus mecánicas y en las posibilidades que brindan.
Arrancamos el juego en nuestra meta de partida donde, luego de un simple pero necesario tutorial, nos dan la primera herramienta que será vital para el juego: un látigo al mejor estilo Indiana Jones.
Luego, entramos en el primer templo creado de manera procedimental y aleatorio. Nuestro objetivo es claro: llegar hasta el final de este laberinto lleno de trampas, recolectar algunas monedas y lograr encontrar la preciada reliquia.
Contamos con tres vidas para superar las pruebas. Si caemos de una gran altura, nos haremos daño y perdemos la mitad de un corazón. Esto, quizás, es lo que más va a costar evitar las primeras veces que prueben el juego. Para lograr no hacernos daño, tenemos que apretar la tecla control en el momento justo para rodar y caer con estilo. Fácil decirlo, pero no hacerlo.
Trampas hay de todo un poco: pinches, piedras que caen del cielo, pisos que desaparecen, torretas que nos disparan dardos, etc. Tendremos que utilizar bien la manera de deslizarnos e impulsarnos con nuestro látigo para evitar el daño. Si perdemos, tenemos que arrancar de nuevo.
Una vez que pasamos la primera planta, despertamos a una deidad que intentará cazarnos. Algunas disparan rayos láser, otras nos persiguen y nos hacen daño si nos tocan, y otras disparan unas bombas de gas. Con cada planta que superamos, esta se hace cada vez más fuerte. La sensación es muy buena y quita la posibilidad de tomarnos el tiempo para esquivar las trampas tranquilos; especialmente, en los niveles superiores.
Después de pasar varias plantas, llegamos a una que tiene dos símbolos y una gran puerta. Tenemos que completar las dos pruebas para poder abrirla y conseguir la preciada reliquia. Esto nos hace volver de nuevo a nuestra base; y el camino que tomamos ya no estará más disponible para nadie en el mundo. ¿Cómo funciona esto? Ya les voy a hablar de su apartado online.
En la base, vamos consiguiendo diversos látigos que tienen ventajas y maldiciones. También, en el camino vamos a encontrar deidades para hacerles ofrendas de monedas que recolectamos y conseguir algunas habilidades provisorias, como saltar dos veces, caer y no hacernos daño, un látigo más rápido o un corazón extra.
Finalmente, cerca del final de cada templo, vamos a encontrar llaves especiales (estas se pueden acumular para otras partidas). Nos permiten abrir puertas para niveles inferiores con mayores desafíos, trampas más difíciles y dioses todavía más enojados.
Si completamos todo el escenario sin perder y conseguimos la última reliquia legendaria, todo el templo desaparecerá y nos consagraremos como los vencedores únicos de esa zona.
Acompañados por espíritus chocarreros
Como mencioné previamente, el juego tiene un sistema online, un multijugador asíncrono. ¿Cómo funciona? Cuando entremos en un templo, nos dirán si algún jugador falleció ahí o cuántos han visitado ese lugar. Y, entonces, podremos ver en una especie de visión del pasado la acción de otros jugadores como fantasmas. Cada templo puede albergar hasta 20 fantasmas.
El objetivo de esta mecánica es ver por dónde fueron ellos para esquivar trampas o por dónde no hay que ir cuando vemos que perdieron.
La verdad no le di mucha utilidad, ya que los niveles son bastante lineales y tampoco me encontré fantasmas en los templos más superiores. Quizás, el juego cuando haya salido completo, tenga más pulido este apartado.
Otro problema que me encontré es que, a pesar de contar con una PC moderna y una conexión a internet bastante estable, cuando entré en una partida con otros 15 fantasmas, los FPS bajaron abismalmente. Pero esto fue solo en la entrada, cuando estábamos todos juntos. Luego se normalizó.
Tantarán tan tantarán…
Algunos van a sentir que el juego necesita una gran banda sonora, al mejor estilo de John Williams en Indiana Jones. Es cierto que aparecen ciertos tambores que nos apuran cuando nos persigue alguna deidad, pero quizás estaría bueno añadir algo más.
Su estilo visual me recuerda un poco a los dibujos animados de los 80, una caricatura de las historias de aventuras. No busca apoyarse en el realismo.
Requisitos del Sistema
MÍNIMO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 x64 – Procesador: Intel Core i5-4670K (4 * 3400) or equivalent; AMD FX-8350 (4 * 4000) or equivalent – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: GeForce GTX 660 ( 2048 MB) – Almacenamiento: 5 GB de espacio disponible.
RECOMENDADO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 x64 – Procesador: Intel Core i7-7700HQ (4 * 2800) or equivalent; AMD Ryzen 5 1500X (4 * 3500) or equivalent – Memoria: 8 GB de RAM
Gráficos: GeForce GTX 1060 ( 8192 MB), Radeon RX 5700 (8192 MB) – Red: Conexión de banda ancha a Internet
Almacenamiento: 5 GB de espacio disponible.
Conclusión
Phantom Abyss es muy divertido y desafiante. Las trampas nos hacen esquivar con el cuerpo como si tuviéramos un sensor de movimiento, pero lo mejor va a ser usar nuestros reflejos con el teclado y el mouse.
Algunos templos pueden resultar repetitivos. Esto pasa en todos los juegos estilo rogue-like, pero las cosas cambian bastante cuando encontramos llaves y abrimos puertas inferiores.
Su apartado online tendría que tener algún otro detalle o alguna manera que afecte más a nuestra jugabilidad. Como, por ejemplo, que un fantasma active o cree una trampa para otros jugadores futuros.