El presidente Alberto Fernández y los integrantes de la comitiva argentina que asistieron a la asunción del flamante mandatario peruano, Pedro Castillo, comenzaron un aislamiento preventivo, tras haber regresado a Argentina desde Lima.
El regreso de Fernández coincidió con el contagio de 13 personas de la variante delta del COVID-19 en la ciudad de Córdoba, en donde un infectado proveniente desde Perú rompió la cuarentena obligatoria y esparció el virus. Por haber sido contactos estrechos, se aislaron 160 ciudadanos. En ese sentido, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, confirmó a través de Twitter que el 64% de los arribantes que padecían de la cepa delta, que son 60, mostraba síntomas «varios días» después de haber aterrizado en Ezeiza.