Cuando de ninjas se trata, algo bueno puede traer consigo, y si a eso le sumamos demonios, la cosa se pone más dulce. En esta entrega de Ratalaika Games, analizamos un curioso lanzamiento que da la sensación de jugar algo vintage con retoques actuales: Within the Blade. Spoiler alert: si buscas el modo Zen, no es por acá.
Within the Blade esta disponible para PS4, PS5, Xbox One,
Limpiando demonios por doquier
La historia pintaba buena, y cumplió. Tampoco es una locura lo que nos podemos encontrar, ya que, al hablar de ninjas, el espectro no es tan amplio como en otros géneros. Pero es atractivo y acorde a lo esperado.
En este caso somos un miembro del clan del loto negro en un contexto de combate permanente y gobiernos inestables, que llevan a un ser muy poderoso a firmar una especie de pacto con el diablo para adquirir una fortaleza desmesurada.
Ante ese panorama, nuestro personaje deberá descubrir nuevos lugares y enfrentar a sus peores enemigos para salvar a la humanidad.
Hay un poco de sangre en tu juego
Llamativo o no, nos encontramos con un estilo bastante particular. Cuando presentan un pixel art, el juego debe ser entretenido para que no parezca que jugamos al Mario Bros, con todo respeto a uno de las leyendas del gaming (que nunca pude ganar, por cierto).
La cuestión que a la hora de sentarme a jugar con este simpático espadachín me llevé una grata sorpresa. Escondites por árboles y arbustos, ataques sorpresas, efectos especiales totalmente acertados y mucha, mucha, PERO MUCHA sangre.
No significa que si sos de sorprenderte fácil te vas a desmayar, pero es un detalle muy notorio. Vuelan cabezas y detalles rojos por todos lados, que quedan, incluso, pegadas en las paredes. Simplemente maravilloso.
Buenardino Rivadavia
Nos hacemos los jóvenes, porque podemos y queremos. Pero de verdad, a la hora de probar esta edición, la reacción instantánea es que algo distinto había en la pantalla. Como dije más arriba, hay detallitos que podrían no estar pero que hacen de esta, una experiencia mucho más aggiornada. Gran parte de los escenarios son en bosques asiáticos donde priman las cañas de bambú, y en el medio de las peleas se cortan con las espadas y caen al suelo. Cositas que me volaron la cabeza. Pero del mismo modo las batallas son épicas, la dificultad es muy grande. Hubo niveles que tuve que repetir no menos de 5 veces. Y cuando se junta el ganado, agarrate, porque vuela lo que te imagines. Colores everywhere, magnífico.
Un complemento necesario
La música y los efectos acompañan de buena manera al gameplay. Incluso los sonidos hacen que los asesinatos y las heridas parezcan más profundas. Una mezcla de Rock con vientos típicos de la cultura asiática nos ayuda a compenetrarnos más en este mundo, aunque el cambio se nota realmente en las batallas con los jefes.