La Legislatura de Tierra del Fuego aprobó en julio una ley que prohibía la cría de salmones en las aguas marítimas y en el Canal de Beagle.
Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, desde Oslo, el argentino especialista en acuicultura Edvard Windingland Eliassen destacó que el desarrollo del salmón era clave en la economía de Noruega, y recalcó que el país exportaba USD 8.000.000.000 por año de ese pez.
A la vez subrayó que la producción de alimentos contenía un valor de defensa nacional debido a que, según él, se consumía solo el 50% de lo producido. En ese sentido recalcó que la salmonicultura también potenciaba a la industria metalmecánica, ya que se precisaba de tecnología para el transporte de los productos.
Además, Eliassen recalcó que la agricultura de la Nación contaba con una superficie del 2%, y que la acuicultura había arrancado en la década de 1970 en la costa oeste y, desde su punto de vista, crecía desde 1990. En esa línea remarcó que los nórdicos miraban siempre hacia el futuro.
Más en específico señaló que el productor buscaba el mejor cuidado ambiental de su tierra, con el objetivo del que las futuras generaciones la aprovecharan.
En tanto enfatizó en que, desde el lado del medioambiente, había un equilibrio, con zonas protegidas y regulaciones estatales; aunque remarcó que los grupos ambientalistas habían canalizado a las industrias, que, según él, tuvieron tuvieron un efecto de la cuestión climática.
Por otro lado, en la situación impositiva, Eliassen subrayó que el Impuesto al Valor Agregado era del 24%, pero advirtió que la recaudación la manejaban profesionales y que los políticos no accedían a la caja.
En los últimos meses, Noruega arrancó un proceso electoral de cambio de mando y terminará en septiembre, pero no cambiarán las políticas de Estado, como la no intromisión de la política en las arcas estatales.