La pandemia demostró las deficiencias del sistema educativo

El Consejo Federal de Educación (COFESA) aprobó ayer el comienzo de las clases presenciales en todo el país bajo un nuevo protocolo sanitario, que obligará a los alumnos a utilizar el tapabocas y reducirá la distancia obligatoria entre estudiantes a 90 centímetros. 

A la vez, el ministro Nicolás Trotta advirtió en su cuenta de Twitter que, en los lugares en los que no se pueda cumplir con los 0,9 metros de lejanía, el distanciamiento será de 0,5 metros, pero los alumnos deberán usar doble o triple barbijo y habrá una mayor ventilación y medidores de CO2. No obstante no aclaró cómo se proseguirá ante un caso positivo de COVID-19, aunque hoy, la normativa establece que todos los contactos estrechos de un infectado deben aislarse, 

Contrario a los anuncios de Trotta, el secretario de infancia y familia de la Municipalidad de San Miguel, Pablo de la Torre, destacó en diálogo con FRECUENCIA ZERO que, de 2.258 chicos encuestados, el 62% no había tenido contacto con la escuela en un mes, el 19% cursaba de forma presencial una vez por semana y el 17% lo hacía cada 15 días. 

A la vez advirtió que el 92% de los padres consultados necesitaba que sus hijos retornaran a los colegios, y que al 42% de los progenitores les preocupaba la falta de vinculación de los estudiantes. Al mismo tiempo remarcó que el 60% de los allegados de los menores advertía que los inscriptos en las instituciones no habían aprendido los contenidos obligatorios. 

Al mismo tiempo, De la Torre subrayó que el 52% de los integrantes de primero, segundo y tercer grado consultados no sabían escribir palabras complejas. Asimismo recalcó que el 39% no formulaba oraciones. 

En ese sentido remarcó que la pandemia había demostrado que el esquema anterior no funcionaba; y advirtió que el municipio llevaba a cabo apoyos escolares en los barrios desde lo público y en diferentes iglesias y organizaciones no gubernamentales (ONG). 

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