El estudio sueco Zoink Games (Fe) bajo la tutela de EA Originals, presentan su última aventura Lost in Random; un juego que le debe mucho a los cuentos infantiles clásicos que emanan un poco de ternura pero también misterio.
Lost in Random esta disponible para PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch.
El azaroso mundo del destino
Hay que aclarar algo desde un comienzo: Tim Burton no es el director ni siquiera el único responsable de El extraño mundo de Jack. Y menos asegurar que Burton fue aquel que dio vida a ciertas pesadillas pero con un aire infantil o inocente. En primer lugar Henry Selick dirigió «El extraño…» y Burton la produjo y escribió parte del guión. Y por el otro, varios de los cuentos infantiles clásicos siempre tuvieron un monstruo que se escondía debajo de la cama o dentro del armario por así decirlo. Si no piensan en los relatos de los Hermanos Grimm (La bella durmiente, Hansel y Gretel).
Estos cuentos de hadas inspiraron a muchas generaciones en varias ramas artísticas, Burton lo hizo a traves de sus relatos, LAIKA con su stop-motion muy elaborado (como Coraline entre otras) y no olvidemos de Danny Elfman, que sin su música muchos de estos universos Burton/Selick no hubieran existido.
Tomando como referencia todo esto mencionado, Lost in Random juega en un terreno conocido; podría orientarse a ese nicho de adolescentes góticos (si todavía existen) con su mochila de El extraño mundo de Jack. Pero también a los amantes de la fantasía. Y por último aquellos que disfrutan una buena historia, sea del estilo que sea.
En el título viajamos al mundo de Random, donde todo esta determinado por el único dado que controla la Reina. Esta determina a que ciudad pertenecemos cuando llegamos a cierta edad. Los 1 son los que viven en peores condiciones y los 6 son aquellos que trabajan directamente con la Reina. Todo parece perfecto en esta ordenada y azarosa sociedad.
Pero un día le llega el turno a Impar que saca un 6 y es separada de su familia. Su hermana y protagonista de nuestra aventura Par decide alejarse e ir a buscarla. En este camino cae en una extraña isla donde se encuentra un dado vivo; capaz que cambiar el destino no solo de ella si no también del resto de los habitantes de Random.
La historia cae en lugares comunes y en algunas situaciones se ve muy fuerte la influencia de Coraline y Alicia en el Pais de las Maravillas. Pero lo más interesante son sus personajes, sus protagonistas y aquellos que rellenan la historia; cada uno con su conflicto personal con La Reina.
Entre dados y cartas
Cuando fue presentado Lost in Random no se entendía muy bien como se balanceaba la acción de un juego en tercera persona con cartas de niveles y un dado como si fuera un juego de mesa. Les voy a decir que todo funciona perfectamente.
Al principio de la aventura, Par y Dicey (o Dadito en castellano) van aprendiendo y enseñándonos a nosotros como funcionan las mecánicas. Dicey al principio solo tiene dos lados disponibles 1 y 2. En cada escenario iremos encontrando puntos para llenar los lados faltantes.
Los combates funcionan de la siguiente manera, cuando entramos en una zona se cierra el camino y aparecen enemigos. Estos tienen unos cristales que podremos ir destruyendo (y se vuelven a regenerar) con una gomera con munición infinita. Los cristales son recogidos por nuestro amigo Dicey que va llenando su energía de cartas. Antes de entrar en ese sistema hablemos de Par. Ella no tiene muchos movimientos (o tantos como me gustaría que tuviera), puede hacer un dash, correr, apuntar y disparar, golpear cuando tiene un arma disponible; y finalmente ordenar a Dicey que vaya a un lugar para recoger cristales.
Ahora si, cuando tenemos todos los cristales se llena nuestra baraja de cartas para esta jugada y con un botón lanzamos el dedo. En esto momento la partida se pone en pausa donde Par se puede mover pero el resto quedan como em cámara super lenta.
Las cartas son variadas, pero tampoco piensen de que estamos ante un juego como Hearthstone. Visualmente no son super impactantes y sus objetivos son más bien funcionales sin grandes sorpresas. Se dividen entre daño, riesgo y suerte. Las básicas no dan armas como espadas, mazas o arcos y flechas. Otras son de curación, otras mejoran pasivamente o reducen el valor de las cartas. Y también están las que generan bombas o monstruos especiales.
Cuando estamos listos, atacamos y volvemos al tiempo normal. Si no pudimos acabar con todos los enemigos, volvemos a repetir el proceso las veces que sea necesario.
Lost in Random no es un juego difícil. Sus partidas son fáciles y lo más complicado puede ser cuando nos arrinconan en una esquina y tratar de usar el dash que a veces no es tan efectivo.
Para conseguir más cartas hay un vendedor mitad tienda que tiene una cantidad disponible para comprar. Cuanto más le compramos más sobres aparecen y más variedad tenemos. Necesitamos monedas de oro para hacerlo. Estas se encuentran en vasijas escondidas en los escenarios, túneles donde puede acceder Dicey y misiones secundarias; ya que todos los habitantes de Random tienen pendientes cosas por hacer.
La historia principal también nos da mucho oro y cada etapa tiene un jefe final; es aquí donde el desafío se acrecienta y hay que estar alerta a nuestra vida y la cantidad de cristales y cartas disponibles.
Cuando ya avanzamos bastante en el juego, vamos a tener más cartas de las que podemos seleccionar, así que tendremos que editar nuestro mazo a gusto propio.
Finalmente, hay algunos escenarios que funcionan como juegos de mesa con una pieza que se mueve según el numero que saquemos en el dado.
Un mundo con personalidad propia
No hay dudas que visualmente Lost in Random parece haber sido realizado por LAIKA Studios, no solo en la obviedad de Coraline pero también en los rostros de los personajes muy similares en películas como Kubo y la búsqueda del samurai, Los Boxtrolls y El Cadaver de la novia.
Al igual que su historia donde más se destaca el juego visualmente son sus escenarios, con tonalidades oscuras y mucha niebla que refuerza esta idea del sueño o pesadilla de una niña. Más alla de eso, no esperen gráficos next-gen; estamos ante un título entre indie y AAA.
La música, que aparece por momentos, parece haber sido hecha por el mismo Elfman; funciona en perfecta sincronía con la acción y el estilo buscado en el juego.
Requisitos del Sistema
MÍNIMO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 – Procesador: AMD FX 6100, Intel i3 6300 – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: Radeon R9 270X , Nvidia GTX 750 – DirectX: Versión 12 – Red: Conexión de banda ancha a Internet – Almacenamiento: 20 GB de espacio disponible
RECOMENDADO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 – Procesador: Intel i7 7700K , AMD Ryzen 7 2700X – Memoria: 16 GB de RAM – Gráficos: Radeon RX Vega 56, Nvidia GTX 1070 – DirectX: Versión 12 – Red: Conexión de banda ancha a Internet – Almacenamiento: 20 GB de espacio disponible