El Real Colegio de Médicos de Gran Bretaña confirmó hace 10 años que el vapeo electrónico era un 95% más beneficioso que el consumo de tabaco.
Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el doctor en Ingeniería Química Eduardo Henquín subrayó que la dependencia del acto de fumar se generaba a través de la acción de la nicotina, de la gestualidad de llevarse algo a la boca, de ver a la exhalación y de las reuniones sociales.
Al mismo tiempo, Henquín recalcó que el producto electrónico implicaba una vaporización de glicerina vegetal y de propilenglicol, y no una combustión. En ese sentido, el especialista señaló que se emulaba la situación psicológica de fumar.
En esa línea, resaltó que las tabacaleras colocaban en sus productos amoníaco y calmantes para abrir los bronquios, y potenciaban a la nicotina para que el organismo no se saciara.
Al mismo tiempo, el ingeniero químico sostuvo que, en un principio, se le colocaba una gran cantidad del elemento adictivo al vaporizador para que el cuerpo exigiera una menor proporción.