La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) aprobó la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 de las empresas Pfizer/BioNTech para los menores de entre cinco y 11 años.
Al mismo tiempo, la entidad subrayó que los efectos secundarios podían ser los mismos que los que sufrían los adultos; es decir, fiebre, dolor en la zona de la inyección, cansancio y fatiga muscular. Hasta ahora, no había un producto aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ese grupo etario, pero en algunos países ya se daba la de Sinopharm, como en Argentina.
Hoy, Europa vive un rebrote de contagios de Sars-Cov-2, y Austria declaró que la inoculación será obligatoria a partir de febrero y que los no vacunados deberán confinarse. En tanto, Rusia entró en una cuarentena estricta e Italia prohibirá el acceso de los no inmunizados a eventos sociales.