La economía argentina es endeble, la inflación alta y los mercados no paran de caer. Al parecer a Wall Street no le importó que la oposición gane las elecciones.
El economista subrayó que la oposición está alineada al oficialismo en cuanto a propuestas y discurso, «tenes un diagnostico de la oposición muy similar al del gobierno. Por qué vamos a confiar en el sistema argentino, que es un sistema muy particular; lamentablemente es muy negativo, no solo el gobierno sino la oposición».
Asimismo, aseguró que «la inflación es alta pero además de ser alta, es imparable; imposible de diagnosticar, porque todo lo que hace el gobierno es agregar una incertidumbre sobre la inflación futura», resaltó Coremberg.
¿Las discusiones para salir de la crisis son económicas o políticas?
Al ser consultado si la discusión para salir de la crisis es económica o política, Coremberg aseguró «hay que romper con el bloqueo corporativo que se inauguró en el golpe del ’43 con el grupo de oficiales unidos con Cnel. Perón a la cabeza que puso fuera del sistema democrático republicano la conciliación de intereses de trabajadores y empresarios, que se constituye por tres ejes»:
- La corporación política: «que no quiere evitar las listas sabanas e implementar la fichas limpias».
- La corporación de la CGT: «que no quiere que se negocien las obras sociales y la afiliación compulsiva que no deja que los trabajadores puedan afiliarse al sindicato que quieran».
- La corporación empresarial: «Un grupo de empresarios, por supuesto no todos, pero si hay unanimidad en el momento de avalar el bloqueo corporativo, y los empresarios mal llamados prebendarios que golpean a la oficina del presidente exigiendo lobby, lo distribuyendo los beneficios del lobby a la población y lo financian, mediante en impuesto inflacionario».
De esta manera, el economista aclaró «el acuerdo social y económico del 2002 lo que nos brindó fueron los planes sociales, pero en los hechos lo que hizo fue una redistribución de los ahorristas a los grandes deudores del sistema bancario, léase los grupos corporativos como Techint, endeudados con el sistema bancario, o por ejemplo la empresa de Mendiguren».
Finalmente, Coremberg resaltó que los que pagan el impuesto inflacionario son los monotributistas, las PyME, los profesionales y quienes trabajan en negro, que no tienen poder de lobby.