Gustavo Torchinsky, integrante de S.O.S Caballito y parte de la Asamblea de Vecinos de Honorio Pueyrredón, comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO por qué se oponen al Parque Lineal que proyecta el Gobierno de la Ciudad en su barrio. Y señala que, más allá del fallo de la Justicia que ordenó suspender las obras, se mantienen en alerta para lo que pueda suceder de aquí en adelante.
Luego de organizar en las últimas semanas varias jornadas de protesta en la zona del Cid Campeador y, al mismo tiempo, accionar por los canales legales, los vecinos de la Av. Honorio Pueyrredón recibieron un fallo favorable al amparo presentado ante el Juzgado Contencioso, Administrativo y Tributario 15. La medida del juez Víctor Trionfetti ordenó suspender las obras hasta que se realicen los estudios ambientales pertinentes.
Sobre las objeciones que presentan los vecinos ante el proyecto del Parque Lineal Gustavo Torchinsky puntualizó: “Lo que quiere hacer el GCBA es que la Av. Honorio Pueyrredón desaparezca como la conocemos desde la Av. Gaona hasta Neuquén, donde se encuentra la Plaza Giordano Bruno. Ahí pondrían este parque lineal y una calle de convivencia. Esto trae aparejado mucho conflicto con el tránsito; van a colapsar las calles Hidalgo y Acoyte, que además están señaladas como una zona de gran contaminación auditiva, y la otra es Rojas, el primer paso a nivel para el tren Sarmiento. Por lo que habrá congestión de tránsito, contaminación auditiva y ambiental. Además, la tranquilidad de los vecinos se verá afectada por todo el movimiento que generará este nuevo espacio. El conflicto es que eso que llaman Parque Lineal, en realidad, van a ser macetones. Lo que pedimos es que, en lugar de esa hectárea de verde que dicen que el barrio va a ganar, se concrete el proyecto en la zona del playón ferroviario, que son 15 hectáreas 100% de verde y no una sola. Así gana todo Caballito, incluso, toda la Ciudad de Buenos Aires”.
Por otra parte, Torchinsky detalló cuáles fueron las irregularidades al momento comenzar las obras, razón por la que presentaron el amparo en la Justicia, además de señalar que siguen a la expectativa hasta que haya una definición firme del tema: “No hubo charla previa con los vecinos. El estudio de impacto ambiental estaba mal hecho y se hizo luego de licitar la obra. El cambio de uso de la avenida tendría que ser por una ley en la Legislatura. Desde el Gobierno de la Ciudad decían que contaban con el aval de los vecinos. Pero la realidad es que recién el 2 de diciembre tuvimos una reunión, porque la pedimos nosotros. Los metros cuadrados y el impacto que generarán estas modificaciones en el barrio determinan que se tendría que hacer una audiencia pública; es lo que indica el juez. Más allá de este fallo que nos da la razón, nos vamos a empezar a preparar para que la gente conozca lo que quiere hacer el Gobierno, que conozca nuestra contrapropuesta. Así cuando llegue el momento de la audiencia pública (porque el Gobierno va a apelar el fallo de la Justicia), lleguemos de la mejor manera y con la mayor cantidad de gente posible. Esto es lo que logramos hasta el momento: detener las obras. Pero no vamos a dejar esta pelea. Los vecinos nos dimos cuenta de que luchando por lo que uno quiere y participando se pueden conseguir muchas cosas”.