El dato económico que llena las páginas de los diarios pasa por la financiación del Estado argentino. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) limita la emisión de pesos, que prácticamente el Gobierno se lo comió durante estos meses. Entonces, la alternativa es la toma de deuda interna, lo que se traduce en bonos y Leliq.
«El mercado y el establishment calculan un reperfilamiento apenas suba el próximo Gobierno. Ahí el que metió la pata fue (el ex presidente Mauricio) Macri que dijo que puede pasar, y abrió una Caja de Pandoras, pero eso fue hace 15 días. Lo que pasó en este tiempo es que empiezan a no renovarse bonos mucho más cercanos por rumores de reperfilamiento este año. En definitiva, expresan la fragilidad extrema de la economía argentina, que no explota por la quietud del dólar», explicó Castillo.