El pasado domingo en provincia de La Rioja, por orden de la jueza de Instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores Nº 1 María Eugenia Torres, se allanó la casa de la comunicadora Manuela Calvo por «desobedecimiento a la ley» y le secuestraron todos sus elementos de trabajo. Sin embargo, hoy anunció en diálogo con FRECUENCIA ZERO que recuperó su elementos de trabajo.
A su vez, Calvo denunció que la justicia pretendía copiar el 100% de la información de su profesión: fuentes, proyectos pendientes y todo el material sobre el que venía trabajando; con el argumento de que «violé una orden judicial, que nunca violé». Además, se le prohibió la posibilidad de hablar del caso en concreto.
Relación de la comunicadora con el caso
Manuela Calvo se relaciona con el caso al notar en los medios un caso de violencia mediática acerca de un caso de «revinculación forzada», donde se obligaba a la víctima a quedar bajo la tutela de su padre y, a su vez, se la separaba de la madre. Además de que los mismos medios contribuyeran a la «revictimización» de la niña a través del nombramiento de la causa con su nombre en lugar de que quede con el nombre del victimario.
Por ese motivo, la comunicadora comenzó a investigar acerca del tema y dio con la «madre protectora», a la cual entrevistó y relató que en ese momento no sabía «si iba a volver a ver a la hija». En ese momento, fue la primera vez que «la sociedad tuvo empatía con la madre». Además, Calvo contó que tuvo la oportunidad de conocer a la niña en el momento que acompañó a la mamá a la primera vinculación en octubre.
Luego fue denunciada por el padre de la víctima y días después de que salga el triler de estreno de su documental fue intimada para modificarlo porque hacía alusión a la víctima, motivo por el cual lo modificó. Sin embargo, el documental nunca pudo ver la luz porque antes de ser publicado Calvo recibió la orden judicial de censura.