El Frente de Todos (FdT) está fracturado hace tiempo, los ejes de la fractura son el Cristinismo y el Albertismo. Pero la derrota de esta última semana fue una derrota del frente. «Es una victoria donde lo que entregas para poder ganar es excesivo con relación al premio», apuntó el analista político Eduardo Sartelli.
Ahora bien, Sartelli plantea que «el cordero debe estar vivo hasta el sacrificio», y es por este motivo que la Vicepresidenta bajó el tono de la discusión. «Cristina (Fernández de Kirchner) no quiere asumir», lanzó.
Pero sí se muestra cerca del presidente del IERAL de la Fundación Mediterránea para que la asesore acerca del plan económico que tiene para el 2024, Carlos Melconian, y con la Jefa del Comando Sur, Laura J. Richardson, se deja entrever que puede «gobernar». No quiere asumir ahora porque no le conviene, pero «puede gobernar».
Lo que le está haciendo a Alberto Fernández es similar a lo que le hizo a Daniel Scioli y es una crisis económica, lo cual Cristina Fernández de Kirchner no controla e impacta de forma negativa en su figura de cara al 2023.
Además, la burguesía argentina, que hasta el momento jugaba para el lado de la oposición, juega para el lado del FdT o el peronismo nuevamente. Funes de Rioja que hasta el fin de semana fue presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) tuvo palabras muy elogiosas con Wado De Pedro durante la reunión de la CICYP.