El mes de septiembre llega con aumentos pautados por el gobierno que aparentemente van a presionar sobre la alta inflación que viene padeciendo Argentina desde principio de año. Con una variación de precios de 7,4% en julio, y una proyección de 6,5% para agosto, según las consultoras privadas, el mes de la primavera llega con subas en tarifas de electricidad, gas y agua; en transportes porteños: subte, premetro y taxis; expensas por la quita de subsidios de electricidad y agua en espacios compartidos; en colegios privados para el distrito bonaerense, más todos los aumentos mensuales normales como alimentos, vestimenta y demás.
A su vez, se mostró poco optimista respecto de la baja de la inflación. “La situación es preocupante y el nivel de inflación no va a bajar en el corto plazo porque el gobierno ha hecho poco para bajarla”, apuntó. Y resaltó que la baja de la inflación que se puede observar no se debe a las medidas, sino porque Argentina está empezando a vivir una “recesión”.
Se consume menos y por este motivo baja levemente la inflación. Argentina actualmente tiene el consumo más bajo de la historia en carne vacuna; también los consumidores están viviendo una variación a segundas y terceras marcas; las compras comienzan a realizarse por unidad.
Blanco Muiño concluyó en que si las diferentes áreas del Gobierno, Economía, Comercio, Banco Central y AFIP, no se sientan en una mesa y diseñen un plan de corto, mediano y largo plazo, “la inflación se va a mantener estos índices, que son muy altos”.