A una semana del ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su casa, el Gobierno y la oposición no encuentran coincidencias y parecen profundizar la grieta, teniendo en cuenta la carrera electoral.
De cara a las votaciones del próximo año, aseguró que las élites políticas construyen sus narrativas para aprovechar la coyuntura en su beneficio. Así, el oficialismo está en una etapa de defensa para frenar la sangría de votos, mientras que la oposición ataca en la credibilidad y corrupción. No obstante, marcó una equivocación del último grupo, porque no lo hace en las causas sino sobre las consecuencias, entrando en el discurso del Ejecutivo.
«La oposición debería hablar de los problemas, y darle propuestas de solución y conectar con eso», afirmó Díaz. De hecho, aseveró que debería apuntalarse en sus administraciones: municipios y provincias. En este sentido, señaló que si los dirigentes únicamente hablan de cuestiones de la política, gana la estrategia de la actual gestión que discute lo que quiere y en el terreno buscado. «Está entretenida discutiendo con el Gobierno cuestiones que a la gente le importan muy poco», cerró.