Apenas asumió el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, había generado entusiasmo en el Gobierno con la baja de los dólares financieros (ubicándose en $270). Así, la brecha cambiaria había pasado de 130 al 90%. Sin embargo, la tendencia cambió y volvió a niveles de 100%, transformándose en un obstáculo.
El “contado con liquidación” tocó los $312, también el dólar MEP superó los $300, pese a que en agosto había bajado a $270. De este modo, la distancia con el minorista (cerró a $151) alcanzó el 106% y 100%, respectivamente.
Esto también incrementó la cotización del dólar libre, que finalizó a $285. Lo que significa una distancia de $27 con el «CCL».
Según el columnista económico José Castillo, la fecha clave será el primero de octubre, cuando terminará el «dólar soja» a $200. «Logró que los productores liquidaran más de USD 5.000 millones. Ahora no todos fueron a las reservas. Solo fueron USD 3.000 millones. La pregunta es qué pasó con el restante», planteó
Además del pago para el Fondo Monetario Internacional (FMI), la respuesta pasa por los productores, quienes cobran los pesos y salen a comprar divisas. Una opción es el «CCL» y la otra el blue o MEP. «No es simplemente que el Gobierno movió el dólar oficial para un sector y no pasó nada, y logró achicar la brecha con los paralelos, sino que una parte de eso se le escapa», explicó.
En este contexto, el especialista no descartó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, nuevas cotizaciones, llámese Malbec, Qatar, entre otros. De todos modos, no se reducirá la brecha, sino que una parte se fugará y el dólar paralelo tendrá un imán a $350 para fin de año, que fue el techo de julio.