Cuando hablamos de aventuras gráficas, muchos podrán estar perdidos en el termino, pero otros recordarán con mucho cariño un género que marcó sus infancias en la década del 90 en los videojuegos.
La primera aventura gráfica que la compañía realizaría sería Labyrinth: The Computer Game basada en la película de Jim Henson (que produjo LucasFilms). Y en 1987 crearían un lenguaje de programación que permitiría abandonar el concepto de tipear cada una de las acciones para presentar el concepto de «point-and-click» donde los jugadores podrían elegir las acciones a desarrollar. De esta manera llevarían al mundo uno de los clásicos de la empresa Maniac Mansion, creado por Ron Gilbert y Gary Winnick.
Gilbert en los 90 se uniría a otras dos grandes leyendas del género como son Dave Grossman y Tim Schafer. Los tres darían inicio a la famosa saga The secret of Monkey Island. El juego tuvo una continuación con el equipo original y luego tres juegos (aunque el que salió este año es la continuación del segundo juego original de la saga).
El estilo más animado modificaría el pixelado con juegos como Day of the Tentacle (1993) y Sam & Max Hit the Road (1993). Además daba la facilidad de esconder los menús de acciones e implementar el mouse para generar interacción. Los finales de la década del 90 vieron la llegada del 3D a las aventuras gráficas como el clásico Grim Fandango (1998).
La llegada del nuevo siglo dividió a los fundadores en otras empresas como Tim Schafer fundando Double Fine y Dave Grossman haciendo lo mismo con Telltale Games.
El estreno de Return of Monkey Island y su éxito en ventas y crítica parece haber dado a entender que es un género que no tiene época ni edades.