El ahora ex presidente Pedro Castillo el miércoles intentó disolver el Congreso y gobernar mediante decretos hasta tanto se instaure un nuevo Congreso. Los jefes militares no apoyaron su decisión, sus ministros renunciaron masivamente y con una mayoría de 101 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones, el Congreso lo destituyó por incapacidad moral. El ex mandatario actualmente se encuentra detenido y enfrenta un caso de delito de rebelión.
La decisión de Castillo de disolver el Congreso jamás iba a funcionar, incluso había más posibilidades de que el Congreso desestime la moción de vacancia, que horas después terminó sucediendo con votos de los mismos congresistas que apoyaban al ex mandatario, que disolver el Poder Legislativo. “Su discurso fue muy elemental, básico, parafraseando al ex presidente Alberto Fujimori en la disolución del Poder Legislativo de los ’90. Es todo muy extraño, va a la boca del lobo sin dudarlo. Luego de eso, la mayoría del Congreso lo bajó horas después”, relató Cornejo Montibeller.
Luego de la destitución de Castillo, asumió la ex vicepresidenta y actual mandataria Dina Boluarte, primera presidenta mujer, quien ayer dictó el Estado de Emergencia y afirmó que enviará un proyecto de ley al Congreso para adelantar las elecciones para abril de 2024 y a su vez, una reforma del sistema político.