El presidente Alberto Fernández entregó ayer el pedido de juicio político a los ministros de la Corte Suprema de Justicia, que impulsó en conjunto con los gobernadores oficialistas, al jefe de la bancada oficialista Germán Martínez y la titular de la Comisión de Juicio Político Carolina Gaillard. El mandatario solicitó a los diputados que inicien su «pronto tratamiento legislativo»; y, esta mañana, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti afirmó que el Gobierno llamará a sesiones extraordinarias en la segunda quincena de enero.
En ese sentido, la diputada radical aseveró que se puede mejorar la Corte y «es legítimo» hacer un juicio político a un integrante. Ahora bien, eso no implica «poner en riesgo la idea de que todos los gobiernos necesitan ser controlados», ya que la democracia no es sinónimo de arbitrariedad.
«La política siempre quiso desestabilizar al Poder Judicial, lo dicen los estudiosos. Y es a través de las renuncias, para lograr vacancia o del juicio político, que buscan para evitar el control a los gobiernos», apuntó Carrizo.
De esta manera, Carrizo apuntó que el pedido de juicio político a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, al cuestionar a la totalidad de los miembros del tribunal supremo, deslegitima políticamente a la institución.