En la Ciudad de Buenos Aires, el Partido Obrero se manifestará en repudio a la «tentativa golpista» que tuvo lugar en la tarde del domingo.
«Desde hace largas semanas existe un acampe, en Brasilia, de bolsonaristas frente al Comando General del Ejército, que tenían formalmente el propósito de reclamarles a los militares que intervengan en la situación política del país».
Según el economista, «para que la crisis diera el salto que se produjo, la agitación golpista debía empalmar directamente con una fracción del aparato estatal. Es lo que ocurrió en estas horas: los observadores superficiales aluden a la ‘pasividad’ de la policía militar local. Fue mucho más que eso. Hay que recordar, en primer lugar, que la seguridad del distrito federal fue confiada al exministro de Justicia de Bolsonaro».
«Este ministro, Anderson Torres, se ‘tomó’ el fin de semana en los Estados Unidos, actual residencia de Bolsonaro. Ayer, sábado, la policía brasiliense fue ‘licenciada’; simultáneamente, llegaban a la capital centenares de micros de todo el país», añadió Ramal.