La ACUMAR, Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo, advirtió sobre el peligro de contraer infecciones, sufrir heridas cortantes y hasta ahogamientos en cavas o tosqueras.
«Esas cavas son de carácter privado, y cuando ya cumplen su función productiva son abandonadas por lo que después se convierten en pasivos ambientales que si bien son muy atractivas son sumamente peligrosas», añadió.
En la cava puede haber basura descompuesta, orina y materia fecal, por lo que tocar o meterse en el agua puede causar diarrea, infecciones en la piel y otras enfermedades. También hay peligro de cortarse con objetos filosos y es muy difícil salir de ella por su profundidad –en muchos casos mayor a 40 metros–, sus corrientes internas y su suelo inestable y resbaladizo.
Por tal razón, en el inicio de uno de los meses más calurosos del año, Acumar recordó que las actividades recreativas como pescar, pasear o nadar en esos espacios implican graves peligros y deben evitarse. En caso de ver a una persona dentro de una cava, hay que comunicarse al 911.