Tras el fallecimiento de dos hombres y la internación de otros dos en el partido bonaerense de Berazategui con cuadros de diarrea, vómitos y fiebre luego de haber consumido carne, se investiga desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires un supuesto brote de origen alimentario. De los cuatro casos de diarrea aguda que se presentaron en las tres primeras semanas de enero todos presentaron antecedentes de ingesta reciente de carne y derivados, según indicó un comunicado de la cartera de Salud bonaerense.
En este sentido, la licenciada en Tecnología Industrial de Alimentos y coautora de Cazabacterias, Roxana Furman, explicó en diálogo con FRECUENCIA ZERO que poco se sabe de las bacterias en la sociedad, pero tampoco hay una certeza de lo que ocurrió con los pacientes de Berazategui, con lo cual lo principal es la prevención de la contaminación de alimentos.
La salmonela y la shigella son dos bacterias que provienen del intestino del animal o de las personas y que a partir de allí pasan al consumo. Son dos bacterias que se transmiten por alimentos y por agua, y la shigella en particular también se transmite persona a persona. «Están emparentadas, se relacionan mucho porque son parecidas. Son microorganismos fecales, con lo cual están en el intestino y a partir de allí se transmiten a distintas superficies y lugares», explicó Furman.
Recomendaciones para evitar intoxicaciones
En este sentido, Furman recalcó la importancia de prevenir la transmisión de bacterias en los alimentos. Ahora bien, ¿qué podemos hacer desde nuestro lugar para evitar las intoxicaciones? Desde cazabacterias recomiendan: mantener la higiene de las manos, separar los alimentos crudos de los cocidos, realizar una buena cocción de las carnes.
Además, resaltó la importancia de estar atentos al momento de la compra de alimentos. La intoxicación, según afirmaron fuentes oficiales, se dio en las carnes, por lo cual es importante atender especialmente al momento de comprar carne que siempre esté al alcance de nuestra vista y que esté bien refrigerada. A su vez, se centró en la higiene del lugar en el que se compran los productos y en que la carnicería no tenga olor, ya que la carne si es fresca no debería emanar ningún aroma.