Esta semana, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que se utilizarán boletas tradicionales de papel para las elecciones generales del próximo 22 de octubre. De esta forma, la Boleta Única Electrónica (BUE) quedó descartada tras las demoras y dificultades técnicas que presentó en las PASO del 13 de agosto. “Los sistemas de votación electrónicos no cumplen con los requerimientos mínimos para garantizar la integridad de una elección, el secreto del voto y la transparencia del proceso”, afirmó Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre, una organización civil que presentó una cautelar contra el voto electrónico en la justicia electoral de Capital.
El decreto publicado por el gobierno de la Ciudad establece que las elecciones porteñas se realizarán bajo el Código Electoral Nacional. Sin embargo según Busaniche, contradice el propio código electoral de CABA: “en el código nacional se establece como método de votación la boleta papel por partidos, pero, a pesar de eso, en Ciudad se mantiene la división de la votación para cargos nacionales y locales; aparentemente habrá dos biombos, los votantes deberán ir a uno a buscar la boleta nacional y al otro la boleta local; todavía no se sabe si habrá una o dos urnas”.