Se dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor de agosto, el cual arrojó la histórica cifra de 12,4%, el registro más alto desde el año 1991. De esta forma, la Argentina acumula una inflación interanual del 124,4%, y un índice inflacionario del 80,2% en lo que va del año. Alberto Siglióccoli, Lic. en Economía y periodista, ex funcionario del Ministerio de Economía y ex asesor del Banco Central y la Jefatura de Gabinete, explicó que en marzo de 1991 “se registró una inflación de este nivel porque estábamos entrando en la convertibilidad y hubo aumentos y ajustes preventivos; luego, a la salida de la convertibilidad en 2002 se produjo otra inflación de dos dígitos, pero apenas superior a los 10%”.
Siglióccoli también se refirió al impacto de la inflación en los alimentos y la salud: “la inflación de agosto está motorizada por los alimentos y la salud, donde hubo una paradoja porque Massa anunció que se iban a congelar los precios de la medicina prepaga, pero así y todo la medida no salió reglamentada a tiempo en el Boletín Informativo, así que las empresas aumentaron de todos modos”. Según el INDEC, el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un aumento del 15,6%, mientras que la salud registró una inflación del 15,3%.
En cuanto a las previsiones inflacionarias de los próximos meses, el economista lamentó “un pronóstico sombrío” y afirmó que “muy difícilmente la inflación baje en este contexto, sin un plan económico, con un gobierno de salida, sin un acuerdo con la oposición y con medidas que son parche tras parche y que el propio ministro sabe que no se van a poder implementar”. En concreto, sostuvo que: “es muy difícil que a esta altura la inflación baje de dos dígitos en lo que queda de este gobierno; la esperanza es que no se monte una espiralización de los índices, por lo que si se mantiene la inflación entre un 12% y 14%, sería una buena noticia”.