La situación económica nacional, marcada por una inflación y pérdida del salario récords, hicieron que la costa atlántica afronte una temporada de verano con números en rojo. A pesar de contar con una ocupación hotelera del 68,8% en la primera semana de enero, La Feliz y demás localidades de la costa vieron mermada la capacidad de compra de los turistas y una caída del hospedaje en torno al 40%. “Tenemos la llegada de turistas más baja de la historia; con la situación económica, la gente trata de vacaciones lo que puede, así que ya no existe más la quince o el mes, eso es solo para los que tienen casa en la ciudad”, explicó Marcela Prensa, periodista de Mar del Plata.
Marcela Prensa también se refirió al auge de jóvenes en Mar del Plata, un fenómeno que no se había visto hace años: “volvimos a ser un destino de moda para los jóvenes, hay muchas fiestas en la playa y recitales, pero hay una realidad, no podemos efectivizar eso como legítimo y pensar que va a seguir ocurriendo en otras temporadas, ya que por el aumento del dólar, esos chicos que antes capaz se iban a Brasil o a otros países del mundo, hoy eligen obviamente la costa”, destacó.