El mandatario argentino aterrizó en tierra santa e hizo una contundente declaración de apoyo al Estado de Israel. Anunció la intención del gobierno nacional de trasladar la embajada del país, que actualmente se encuentra en Tel Aviv, a Jerusalén, territorio de disputa entre Israel y Palestina. “Mover la embajada implica un reconocimiento de la Argentina de que Jerusalén es la capital de Israel, pero como siempre, Milei promete y Mondino baja a tierra, porque la canciller dijo que la situación económica es complicada y trasladarla es costoso, además de las complicaciones que surgen a raíz de la situación actual que vive Israel”, explicó Tobías Belgrano, especialista en política internacional.
Por su parte, Hamás se manifestó en contra de las declaraciones de Milei y lanzó un comunicado “condenando y deplorando enérgicamente” su anuncio, en tanto la Argentina quedó en la mira de dicho grupo terrorista. “No podemos hacer futurología, pero sí no es menor porque hay antecedentes de movimientos de la política argentina en Medio Oriente, como la Guerra del Golfo, que tuvo repercusiones locales como el atentado a la AMIA; Milei está con tanta exposición internacional, es una figura con relevancia mundial y exponerse tanto de esa forma puede implicar riesgos a nivel local”, advirtió Belgrano.